Cuarenta hectáreas de tierra limpiadas de minas en Shehba

En el cantón de Shehba al norte de Siria se han limpiado 40 hectáreas de tierra de minas herencia de ISIS. Ahora se plantarán allí olivos y pistachos

En Shehba se han limpiado de minas cuarenta hectáreas de superficie y se han asignado para uso agrícola. Una gran parte de la región al este de Afrin fue ocupada por el ISIS entre 2013 y 2015 y posteriormente liberada por YPG/YPJ. En los años siguientes, docenas de personas murieron en las explosiones de las minas dejadas por el ISIS. En la mayoría de los casos eran niños jugando. La situación se volvió particularmente dramática en 2018, cuando cientos de miles de personas de Afrin huyeron de las fuerzas de ocupación turcas a Shehba.

Durante el dominio de ISIS, las plantaciones de olivos y las tierras agrícolas también fueron destruidas. El comité agrícola del cantón de Shehba ha limpiado cuarenta hectáreas de tierra del legado del ISIS y las ha asignado para su uso. La tierra ahora puede ser cultivada, y el suministro de agua también se ha asegurado. El comité ha formado un vivero con 40.000 olivos, pistachos y otros brotes.

Sin embargo, los continuos ataques de las fuerzas de ocupación turcas dificultan los trabajos de construcción en Shehba. Los proyectiles golpean cada día la región. Además, la región autónoma está aislada del mundo exterior, ya que la zona que la rodea está controlada por Siria, Turquía y las milicias apoyadas por Turquía.

En las zonas de guerra y conflicto, los campos de minas suelen representar un peligro para la población civil incluso años después del fin de los combates. Las minas terrestres simples son baratas, se colocan rápidamente y son altamente letales. La mayoría de las víctimas son civiles.

El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha permitido recientemente a las fuerzas armadas estadounidenses utilizar minas terrestres de forma indefinida. Levantó una restricción impuesta por el anterior gobierno de Barack Obama, que había permitido el uso de las armas internacionalmente prohibidas sólo en la península de Corea para la defensa de Corea del Sur. La decisión ha sido muy criticada internacionalmente.