Cuatro civiles de Afrin fueron secuestrados por fuerzas turcas y otro por las sirias

Cuatro civiles de Afrin fueron secuestrados por las fuerzas turcas y otro por las fuerzas del régimen de Damasco.

Según fuentes locales, las fuerzas estatales turcas secuestraron a cuatro civiles del distrito de Jindires en Afrin.

Los civiles secuestrados, cuyas secuelas se desconocen, fueron identificados como Xalid Resûl Gul Xelo (25), Cûma Mistefa Elwan (27), Mihemed Mistefa Binefş (31), Ebdurehman Hisên Elîko (35).

Por otro lado, las fuerzas sirias secuestraron a un civil de la aldea de Xilalka en el distrito de Bilbile de Afrin.

Según informes sobre el terreno, Seydo Şêx Qenber, de 36 años, fue detenido en un puesto de control de las fuerzas de Damasco en Alepo cuando regresaba a Shehba y llevado a un lugar desconocido.

Las fuerzas de Damasco han estado imponiendo un embargo a los barrios de Sheikh Maqsoud y Ashrafiyah de Alepo y al cantón de Shehba durante mucho tiempo. Estacionados en la entrada de los dos barrios y del cantón, no permitiéndose la entrega de combustible, medicinas, insumos y otros víveres.

La Organización de Derechos Humanos Afrin-Syria informó el 1 de junio que el Estado turco y sus mercenarios (policía, policía civil, pandillas al-Jabha al-Shamiya y al-Amshar) habían secuestrado al menos a 53 personas, incluidas cuatro mujeres, por motivos arbitrarios. En Mayo. Se exigieron miles de dólares en rescate por la liberación de los secuestrados.

Afrin era el cantón más occidental de Rojava y el norte y este de Siria, hogar de 200.000 kurdos étnicos. Aunque la población era abrumadoramente kurda, albergaba diversos grupos religiosos, incluidos yazidis, alauitas y cristianos junto con musulmanes sunitas.

El 20 de enero de 2018, Turquía lanzó ataques aéreos en 100 lugares en Afrin, como el inicio de una invasión que denominaron "Operación Rama de Olivo".

La Fuerza Aérea Turca bombardeó indiscriminadamente a civiles y posiciones de las YPG/YPJ, mientras que facciones y milicias organizadas bajo el paraguas del Ejército Nacional respaldado por Turquía llevaron a cabo un asalto terrestre.

Para el 15 de marzo, las milicias respaldadas por Turquía habían rodeado la ciudad de Afrin y la habían puesto bajo bombardeo de artillería. Un ataque aéreo turco golpeó el único hospital en funcionamiento de la ciudad y mató a 16 civiles.

Los civiles huyeron y las SDF se retiraron, y el 18 de marzo Turquía ocupaba Afrin de facto. Entre 400 y 500 civiles murieron en la invasión, en su mayoría como resultado de los bombardeos turcos. Otros civiles fueron ejecutados sumariamente en el campo.

Antes de la invasión turca, Afrin había sido una de las partes más pacíficas y seguras de Siria, y prácticamente nunca entró en combate durante la guerra civil, salvo escaramuzas ocasionales entre las YPG/YPJ y las fuerzas yihadistas en sus fronteras. Como resultado, Afrin ofreció un refugio pacífico a más de 300.000 desplazados internos de otras partes de Siria.