Llegan más informes sobre los crímenes cometidos por el ejército turco y los mercenarios aliados en las regiones que han ocupado en el noreste de Siria, violando el derecho internacional. Los bombardeos de asentamientos civiles, los asesinatos, las torturas y los secuestros se han convertido en una rutina en las zonas ocupadas.

Según informes del terreno, las fuerzas de ocupación asaltaron la aldea de Ali Bajiliyah en Gire Spi (Tal Abyad), ocupada por Turquía.

Cuatro jóvenes, identificados como Mihemed El-Elo, Mistefa El-Erar, Îsa El-Şewax y el estudiante de secundaria Hesen El-Osman, fueron secuestrados por los invasores.

Los informes dicen que Mihemed El-Elo fue secuestrado por los ocupantes el año pasado y liberado a cambio de un rescate de 2 millones de liras sirias.

El Estado turco ha establecido un régimen de terror en los territorios que ha invadido junto con los grupos yihadistas bajo su control. Crímenes como el secuestro, la ejecución, la tortura, el saqueo y la migración forzosa se han convertido en una rutina diaria y se cometen sistemáticamente crímenes de guerra, especialmente en el cantón de Afrin, ocupado desde marzo de 2018.

Los secuestros de civiles forman parte de la rutina diaria. En la mayoría de los casos, se exige un rescate para su liberación. En los últimos años, miles de personas han sido secuestradas y torturadas. Algunas han sido ejecutadas, el destino de otras es desconocido.