El líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan ha sido sometido a un aislamiento agravado en la prisión de la isla de Imrali, donde se encuentra recluido desde su captura como resultado de un complot internacional y una salida forzada a Turquía en 1999. Ni el líder kurdo ni los otros tres miembros del PKK encarcelado junto a él en Imralı, puede recibir visitas de sus familiares y abogados sin ningún fundamento legal.
A finales de octubre se supo que Öcalan recibió una sanción disciplinaria en septiembre de 2018. Las visitas familiares de Öcalan se suspendieron durante tres meses en septiembre de dicho año porque había "paseado" durante sus "ejercicios deportivos". Sobre la base de una investigación disciplinaria iniciada por la Junta de Disciplina de la prisión cuando Abdullah Öcalan paseaba con otros presos en la isla de İmralı después de jugar voleibol y baloncesto, el 14 de septiembre de 2018 se impuso una sanción de "privación de visitantes durante 3 meses" alegando que "convirtió la actividad deportiva en una conversación".
Los IPD de Afrin que viven en el campo de Serdem en el cantón de Shehba condenaron la sanción disciplinaria impuesta al líder kurdo y llamaron a las organizaciones legales internacionales responsables de estos castigos arbitrarios e ilegales.
"A pesar de todas las duras condiciones, aceptamos vivir en campamentos, pero no aceptamos las políticas implementadas por el gobierno turco contra el líder Öcalan en Imralı", indicó Reşid Mihemed, residente en Serdem Camp, y condenó el silencio de la comunidad internacional humanitaria y legal contra este crimen.
Subrayando que Öcalan es el líder de una lucha por la humanidad y la igualdad, que busca la liberación de todos los pueblos del mundo, Reşid Mihemed expresó que el estado turco le impone acciones disciplinarias porque teme a sus pensamientos. Señaló a Öcalan como la clave de las crisis en Oriente Medio.
Mihemed declaró que la libertad de Öcalan significa la libertad de todos los pueblos oprimidos, del pueblo de Afrin y de todos los pueblos que viven en las regiones ocupadas del norte y este de Siria.
Suzan Mistefa, otra residente que vive en Serdem Camp, también condenó el silencio de la comunidad internacional contra el aislamiento y las acciones disciplinarias impuestas a Öcalan por el estado turco. Ella declaró: “Los pueblos del norte y este de Siria obtuvieron grandes logros en muchos campos. Por otro lado, el proyecto de Administración Autónoma y Nación Democrática, ambos desarrollados por Leader Öcalan, fue un gran ejemplo para el mundo entero”.
Mistefa definió la importancia que Öcalan otorga a los derechos de las mujeres como “sin precedentes en la historia”, y agregó: “Debemos continuar nuestras acciones basadas en estos principios. Deberíamos mejorar la resistencia hasta que el líder Öcalan sea liberado físicamente ".