“Después de enterarme del martirio de mi amiga, inmediatamente me uní a las YPJ"

La comandante Narîn Qamishlo del Consejo Militar de Manbij instó a las y los jóvenes a unirse a los consejos militares contra los ataques cada vez más constantes en la región.

Muchos componentes sociales como kurdos, árabes, siríacos y turcomanos toman su lugar en el Consejo Militar de Manbij. La comandante, Narin Qamişlo, es una de ellas. Aunque su familia se opuso a su decisión de unirse al consejo militar, Narin no se echó atrás. La postura decidida de Qamishlo muestra el hecho de que cada segmento de la región debe pagar el precio de vivir en un país libre.

Como muchos otros y otras combatientes en las fuerzas militares del norte y el este de Siria, Qamishlo ha llevado una vida de lucha y amor por la rebelión. La comandante desafió las tradiciones familiares en primer lugar, y ahora toma su lugar en el frente contra los invasores.

Narin Qamishlo nació en la ciudad de Deraa. Su familia pertenece a la secta chiita. Cuando Narin tenía cinco años, su familia se mudó a Qamishlo después de que su padre, un soldado del ejército sirio, fuera designado allí. Pero también volvían a Deraa de vez en cuando.

Narin estaba en Deraa durante la Primavera del Pueblo cuando estalló la lucha. Ella fue testigo de la persecución de la gente de allí. Esta situación hizo que Narin persiguiera sus sueños de salvar a Deraa de la opresión y construir una Siria democrática en el futuro.

Habiendo sido testigo de la persecución a una edad temprana, Narin se unió a las YPJ (Unidades de Defensa de la Mujer) en 2019 en Serêkaniyê, tomando el nombre de su compañera de escuela, que había sido martirizada en Serêkaniyê en 2013.

“Después de enterarme del martirio de mi amiga, inmediatamente me uní a las YPJ. Las mujeres de las YPJ y sus armas me impresionaron mucho. Tomé este camino para vengar a mi amiga y a todos los demás compañeros”, aseguró Narin.

"Tenía que ser parte de esta revolución"

A pesar de la presión de su familia y tribu baasista, Narin no dio pasos atrás.

“Mi participación no estaba de acuerdo con mis tradiciones familiares. Quería romper esas barreras tradicionales. Me levanté en armas contra esta mentalidad. Kurdos, árabes, circasianos y siríacos ocupaban sus lugares en un ejército. Yo también quería unirme a ellos. Nuestra sociedad siempre ha sido oprimida. No pude soportarlo más. Pensé que tenía que ser parte de esta revolución”, explicó.

Después de un tiempo, Narin vió a su familia y les dijo: “Estoy aquí por una causa y me uní al consejo militar. Usted y todos los demás pueblos de la región también deben contribuir a esta causa”.

“Como mujer chiita, hago un llamado a la sociedad árabe para que abandone estas tradiciones, porque nos hacen retroceder y no nos permiten luchar por nuestros propios derechos. Después de unirme, me di cuenta de que teníamos derechos y teníamos que luchar por ellos”, agregó.

"Si nos atacan, ganaremos"

Después de la batalla en Serêkaniyê, Narin se unió al Consejo Militar de Manbij.

Hablando sobre la situación en Manbij y la amenaza del estado turco invasor, Narin detalló: “Estamos en una situación muy complicada en este momento. Tomamos nuestras posiciones en los campos de batalla. Estamos preparados para un ataque. La gente de Manbij también nos apoya. Esto significa que las amenazas de Erdogan se verán frustradas. Creemos que si se lanza un ataque contra nosotras, tendremos éxito. El enemigo piensa que las armas pesadas podrían doblegar nuestra voluntad. Si ellos dan un paso, nosotras daremos diez pasos. Esto lleva al miedo en los corazones de los soldados enemigos. Nuestro objetivo no es la guerra, sino la paz”.

Al comentar que los ataques turcos contra las aldeas de Manbij continúan, Narin agregó: “Los civiles están siendo atacados aquí. Están tratando de manipular a la gente de la región contra nosotros, pero la gente ya está familiarizada con las fuerzas enemigas”.

"Las tropas del gobierno sirio sin atacadas operio no se da respuesta"

Narin señaló que también había soldados del gobierno sirio en los frentes donde se están produciendo los ataques: “Damasco y las fuerzas del gobierno ruso también están estacionadas en el frente pero no responden a los ataques. No ha habido respuesta con respecto a los rumores de que las áreas del gobierno de Damasco han sido bombardeadas. Si estalla una batalla aquí, ni el gobierno de Damasco ni Rusia responderán. Tomamos nuestra fuerza de nuestros mártires y seguiremos cayendo como mártires de la patria. Podemos construir un país con la sangre de los mártires. También tomamos fuerza de Abdullah Öcalan. Así fortalecemos nuestra voluntad”.

"Los jóvenes deben unirse a los consejos militares"

Tras la amenaza de invasión de Turquía, numerosos jóvenes de Manbij solicitaron unirse al consejo militar.

“Estas participaciones son algo de lo que debemos estar orgullosos. Todos los jóvenes de la región deben incorporarse a los consejos militares. Mi llamamiento a todos: el país te necesita. Aquellos que no son parte de la revolución hoy, no pueden ser parte de ella mañana. Si no lo defendemos, ¿quién vendrá a defender nuestro país?”, concluyó la comandante.