Los barrios de Şêxmeqsûd y Eşrefiye, en Alepo, están muy poblados por kurdos y kurdas. Los dos barrios se han autogestionado gracias a la revolución del 19 de julio de 2012.
Sin embargo, los dos barrios llevan 11 años expuestos a los ataques de grupos apoyados por Turquía, y también están bajo el estricto embargo impuesto por el gobierno de Damasco.
Además, albergan a cientos de familias que huyeron de otras zonas en conflicto. El sistema de infraestructuras resultó dañado como consecuencia de estos ataques, así como del terremoto del 6 de febrero, y se intenta repararlo. Sin embargo, el reciente endurecimiento del embargo del gobierno de Damasco, que dura ya 5 años, afecta gravemente a estos esfuerzos.
La administración del cantón de Shehba-Afrin declaró el 27 de abril que Damasco había endurecido el embargo y que, por tanto, se habían paralizado todas las obras. El 1 de mayo, las juntas vecinales de Şêxmeqsûd y Eşrefiye anunciaron que las obras se habían paralizado por el mismo motivo.
Hisên Ehmed, miembro del Comité de Protección del Sistema de Infraestructuras de las Juntas Vecinales de Şêxmeqsûd y Eşrefiye, declaró a ANHA que, debido al embargo, no han podido adquirir los materiales necesarios, como tuberías de alcantarillado, hierro y cemento, y añadió que las fuerzas gubernamentales de Damasco, que han aumentado los controles en las entradas del barrio, no han permitido el paso de los materiales necesarios durante 20 días.
Ehmed señaló que hay problemas porque algunas partes de la red de alcantarillado tienen tuberías rotas o agrietadas, por lo que existe el peligro de que el agua residual fluya hacia el suelo de los edificios: "Hace unos días hubo que demoler un edificio en el que el agua residual fluía por el suelo".
Ehmed dijo que las obras de reparación deberían acelerarse interviniendo lo antes posible, y pidió que se levante el embargo.