En las últimas semanas, el líder del régimen turco, Recep Tayyip Erdoğan, ha amenazado repetidamente con ocupar una franja de 30 kilómetros a lo largo de la frontera norte de Siria. Esto significaría que casi todas las metrópolis y ciudades autónomas caerían bajo el reino del terror del ejército turco y sus mercenarios yihadistas.
"Buscamos la paz y queremos un buen futuro para nuestros hijos"
Kewser Doko, copresidente del Consejo de Educación de la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria, advirtió enérgicamente de una posible invasión y dijo que el gobierno sirio debía actuar: "Para proteger la vida de cientos de miles de niños y protegerlos del peligro de la falta de educación, hacemos un llamamiento al gobierno para que presione al Estado turco y evite cualquier ataque contra el norte y el este de Siria. Buscamos la paz y queremos un buen futuro para nuestros hijos".
La educación fue sistemáticamente descuidada por el régimen de Baaz
Cuando Rojava aún estaba bajo el dominio del régimen del Baaz, la región era considerada una cuasi colonia siria. Se extraían o cosechaban recursos como el petróleo y el grano, pero no se desarrollaban infraestructuras ni producción en la región. Esto afectó especialmente al sector educativo.
La falta de educación da pie a los yihadistas
La Administración Autónoma afirma que las organizaciones terroristas yihadistas, en particular, han aprovechado la "falta de educación" para ganarse a un gran número de jóvenes. "La Administración Autónoma, representada por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), derrotó a las organizaciones terroristas en cooperación y con el apoyo de las fuerzas de la coalición internacional. Tras esta victoria, las diferentes poblaciones de la región, árabes, kurdas y sirias, pudieron vivir por primera vez con dignidad y en paz."
La administración autónoma construyó un sector educativo democrático
Tras la liberación de las regiones del Estado Islámico, la Administración Autónoma construyó un sector educativo democrático, liberador de género y antirracista. Alrededor de 800.000 niños y jóvenes se educan en estas escuelas. Las clases se imparten en la lengua materna. Al mismo tiempo, los niños también aprenden al menos una lengua de los otros grupos de población de la región. Así se fomenta la convivencia.