El 28 de junio pasado, el Estado turco concluyó un acuerdo contra los kurdos y su movimiento de liberación con Finlandia y Suecia en la capital española, Madrid.
El acuerdo suscitó una amplia condena y oposición en el Kurdistán, y provocó el descontento de los círculos democráticos de Europa.
En declaraciones a ANHA, el co-presidente del Movimiento de la Sociedad Democrática (TEV-DEM) en la región del Éufrates, Osman Khalaf, dijo: "El estado de ocupación turco está aprovechando todas las oportunidades para exterminar a los kurdos política y militarmente, y no quiere la paz para la región, y le interesa continuar el conflicto."
Khalaf definió el Acuerdo de Madrid como "una nueva conspiración política contra los kurdos, cuando se acusa a un pueblo de terrorista, y los países de la OTAN apoyan esta decisión; esto es una prueba de que la conspiración es muy grande, y los kurdos deben tener cuidado."
Osman Khalaf pidió a los diplomáticos kurdos que "actúen, porque tienen una difícil tarea por delante".
Khalaf condenó "el doble rasero internacional a la hora de tratar a los kurdos y su causa, porque "quien derrotó al terrorismo liderado por el ISIS y sacrificó la vida de miles de sus hijos pequeños para que el mundo viviera en paz, no merece toda esta negación del mundo."