El Estado turco y sus mercenarios secuestran a 35 ciudadanos en Afrín
El Estado turco y sus mercenarios secuestraron en julio a 35 ciudadanos, entre ellos 4 mujeres, en Afrin.
El Estado turco y sus mercenarios secuestraron en julio a 35 ciudadanos, entre ellos 4 mujeres, en Afrin.
Continúan los crímenes perpetrados por el Estado turco y sus mercenarios contra la población y el medio ambiente en Afrín.
Según la Organización Sirio-Afriní de Derechos Humanos, el Estado turco y sus mercenarios secuestraron a 35 ciudadanos en julio. Entre ellos había 4 mujeres. Todos los ciudadanos fueron llevados a un lugar desconocido.
El número de ciudadanos secuestrados desde principios de este año asciende a 143, 20 de ellos mujeres.
El Estado turco taló en julio más de 2.036 olivos, granados y otros árboles en el cantón de Afrin. También quemó más de 250 olivos en el distrito de Sherawa.
Desde principios de año se han talado más de 15.500 árboles (olivos, nogales, almendros, frutales). Se han arrancado más de mil árboles y se han quemado 70.000 hectáreas de campos de trigo y cebada.
Los invasores siguen construyendo edificios coloniales en el Afrin ocupado. Según la Organización de Derechos Humanos de Afrin y la Organización de Derechos Humanos de Siria, el Estado turco ha construido 2 emplazamientos coloniales más en los distritos de Shera y Jindirêsê para separar las regiones ocupadas de otras regiones, así como para cambiar la demografía de la región a través de asociaciones Ikhwan.
Una organización qatarí ha finalizado la construcción de un edificio colonial en el pueblo de Elkê, en el distrito de Shera. El edificio se empezó a construir a principios de 2020.
El Estado turco, con el apoyo de organizaciones de la Hermandad Palestina, está construyendo nuevas estructuras coloniales, denominadas "Asociación Hacer El Sedeqe" turca, en el centro del distrito de Jindirêsê para alojar a cientos de familias de mercenarios.
Según fuentes locales, el Estado turco reubicó por la fuerza a más de 2.000 familias a la entrada del pueblo de Hemam, en el distrito de Jindirêsê de Afrin.
El problema de seguridad en el Afrin ocupado va en aumento. Los mercenarios se enfrentan a diario por el reparto de los bienes arrebatados a los ciudadanos, el asentamiento de inmigrantes y el control de las rutas de contrabando.