El gobierno de Damasco, que mantiene un embargo contra el cantón de Shehba, impide la entrada de suministros, medicinas y combustible en la región. Esto podría convertirse pronto en un desastre humanitario para los pacientes del hospital Avrin.
La vida en Shehba se ha vuelto aún más difícil a medida que se ha ido agravando el embargo y continúan los ataques turcos. Las escuelas ya han cerrado y las ambulancias no pueden trabajar porque no hay combustible. Antes, cinco ambulancias atendían a la población.
Hablando con ANHA sobre la gravísima situación en que se encuentran, uno de los directores del Hospital Avrin, el Dr. Azad Reşo, ha dicho que “los pacientes son tratados sin calefacción ni electricidad en el hospital”.
Además, Reşo ha alertado sobre la falta de combustible, medicinas y oxígeno, y ha afirmado que con la llegada de la estación invernal los ciudadanos las ciudadanas, especialmente de los campamentos de refugiados, viven en condiciones muy duras.
Reşo ha subrayado que decenas de ciudadanos y ciudadanas enfermos morirán si no se encuentran medicamentos o no se les traslada a Alepo, y ha pedido a las organizaciones internacionales que presionen al Gobierno sirio para que levante inmediatamente el embargo.
En el cantón de Shehba viven más de 200 mil refugiados de Afrin y de Shehba.