Tras la primera entrega de la serie en la que hablamos con la periodista Rüken Afrin, y que se puede consultar aquí, en esta ocasión es Roj Deniz que nos relata como vivió aquellos momentos de en los que la población que ya había sido desplazada durante la ocupación de Afrin en 2018 y se encontraba en Shehba tuvo que abandonar de nuevo sus casas ante el los ataques del estado turco y sus bandas mercenarias. 

Como es sabido ya, a finales de 2024, Hayat Tahrir al-Sham (HTS) lanzó su ofensiva contra el régimen de Assad, que caía en pocos días, mientras que las bandas apoyadas por el Estado turco atacaron Shehba.

Tras una heroíca resistencia liderada por las Fuerzas de Liberación de Afrin y el pueblo, el 1 de diciembre la gente tuvo que abandonar Shehba para poder garantizar la seguridad de todo el mundo. La periodista Roj Deniz habló con ANF sobre la resistencia de la que fue testigo.

El 27 de noviembre, mientras el régimen sirio se retiraba rápidamente sin oponer resistencia a los ataques de Hayat Tahrir al-Sham, los habitantes de Afrin que huían de Shehba mantuvieron su espíritu de resistencia contra los ataques de las bandas respaldadas por Turquía. Los habitantes del cantón, organizados en el marco de la Guerra Popular Revolucionaria, no abandonaron la lucha ni un solo día. Desde 2018, insistieron en resistir a pesar de las duras condiciones, porque su objetivo final era regresar a Afrin. El 1 de diciembre de 2024, el autogobierno decidió abandonar Shehba porque las condiciones de seguridad ya no estaban garantizadas.

"La amenaza contra Sherawa nunca terminó"

La periodista Roj Deniz dijo que cuando la guerra se extendió al oeste de Alepo "los seis pueblos de Sherawa -Bircqasê, Kilotê, Başemrê, Zirnatê, Meyasê, Gundê Mezin,- así como Nubul y Zehra se encontraban en una posición estratégica. Se encuentran al oeste de Alepo. Por lo tanto, siempre estuvieron bajo amenaza".

Deniz continuó: "Estos seis pueblos han estado bajo amenaza desde el día en que salimos de Afrin en 2018. Mientras que un lado estaba rodeado por el Estado turco ocupante, el otro lado, donde se encuentran Nubul y Zehra, estaba rodeado por el régimen sirio. Por lo tanto, siempre hubo resistencia en estos pueblos. Siempre estaban amenazados y las condiciones de vida eran muy difícile".

Roj Deniz relata como desde su profesión han intentado explicar y enseña al mundo lo acontencido en esos días. "Hemos intentado ser la voz del pueblo de Afrin desde la ocupación - explica Deniz -, hemos escrito sobre su sufrimiento y hemos captado sus lágrimas con nuestras cámaras, hemos grabado sus risas. Hemos contado la resistencia de los combatientes de Sherawa", prosigue la periodista.

Deniz subraya que se dieron cuenta de que tenían que desempeñar un papel diferente, con cada situación cambiante. "Por eso - continúa Deniz - decidí ir a la primera línea. Como he dicho, estas 6 aldeas estaban siempre amenazadas, pero en los últimos tiempos la amenaza había crecido aún más. Estas aldeas eran de gran importancia para el Estado turco porque estaban estratégicamente situadas, y Turquía las necesitaba para poner en práctica sus futuros planes militares. La captura de estos seis pueblos significaba la ocupación de Nubul y Zehra", señala Deniz.

Estos conjunto de 6 pueblos que se encuentran conectados de forma cercana, ha estado siempre en el objetivo del estado turco desde su invasión en 2018 de Afrin. "Sin embargo, gracias a la resistencia llevada a cabo por las Fuerzas de Liberación de Afrin (HRE) y el pueblo, el Estado turco no logró conquistar estos 6 pueblos hasta que la gente abandonó Shehba", explica. El 27 de noviembre de 2024, las fuerzas del régimen se retiraron de sus posiciones en Shehba, Nubul y Zehra sin oponer resistencia, dice nuestra entrevista, añadiendo que fueron "testigos de primera mano de que el régimen sirio se retiró sin siquiera disparar una bala, dejando atrás sus tanques, artillería y otros equipos militares".

Tras la retirada, sólo quedaron los habitantes de Shehba y las HRE: "Muchas veces se difundieron noticias falsas sobre la evacuación de Sherawa y Til Rifat. Nosotros estábamos entre la gente y pudimos desenmascarar esta información falsa. Había una gran diferencia entre lo que vimos con nuestros ojos y las mentiras difundidas por el Estado turco. Mientras los combatientes luchaban en primera línea, en el fondo, la gente saludaba a la resistencia con gran entusiasmo.

Era imposible dejarse atrapar por la avalancha de miedo en esos momentos. Por un lado, llegaba el sonido de las balas. Por otro, el entusiasmo de la gente aumentaba nuestra determinación de continuar. No podíamos ni pensar en dar un paso atrás. Esta moral y este entusiasmo continuaron hasta el 1 de diciembre. La decisión de retirarnos se tomó por la seguridad de la gente, para evitar otra masacre e impedir un segundo Afrin".

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