En la noche del 20 de marzo, el grupo Al-Sharqiya afiliado al Ejército Nacional Sirio abrió fuego contra un grupo de lugareños kurdos que querían encender un fuego de Newroz en el distrito Jindires de Afrin, el ataque se llevó la vida de 4 ciudadanos e hirió a otros.

Las y los residentes de los barrios autónomos de Sheikh Maqsoud (Şêxmeqsûd) y Ashrafiyah (Eşrefiyê) en Alepo  marcharon el sábado para protestar por la masacre.

Después de la marcha por las calles de Sheikh Maqsoud, Fehime Hemo, de la Coordinación de Kongra Star Alepo, condenó la masacre de Jindires, calificándola de crimen racista y pidiendo que los que están detrás de ella sean procesados.

Definiendo el silencio de la comunidad internacional como complicidad con las fuerzas de ocupación, Hemo pidió al pueblo que fortalezca su unidad contra los invasores hasta que Afrin sea liberada.Cîhan Berkel, concejal del Partido de la Unión Democrática (PYD), pidió a las y los kurdos de todo el mundo que apoyen al pueblo de Afrin. Berkel señaló que el Estado turco debe rendir cuentas por los crímenes cometidos en las áreas que ha ocupado en el noreste de Siria.

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