Emine Osê: “Damasco no trabaja por una solución a la crisis siria”

Emine Osê, co-presidenta del Consejo Ejecutivo de la Administración Autónoma, dice en una entevista para ANF que la política de Damasco busca incitar al pueblo kurdo y al árabe a enfrentarse entre sí.

Emine Osê, co-presidenta del Consejo Ejecutivo de la Administración Autónoma, dice que la política de Damasco busca incitar al pueblo kurdo y al árabe a enfrentarse entre sí.

Hemos hablado con ella sobre el levantamiento del 12 de marzo de 2004 y lo que ocurrió antes y después.

¿Cuál era la política del gobierno de Damasco antes y después del 12 de marzo de 2004?

Sin duda, el 12 de marzo fue un acontecimiento planeado de antemano. La masacre del 12 de marzo en Qamishlo fue un plan para incitar al pueblo kurdo y al árabe a enfrentarse. La actitud del régimen Baaz en la masacre fue a favor de poner en primer plano el chovinismo árabe. Así, quería impedir que se estableciera una alianza entre los pueblos kurdo y árabe en el período siguiente. De hecho, la revolución comenzó en ese momento, porque los problemas en Siria, la actitud y el enfoque del régimen Baaz hacia el pueblo, tanto en términos sociales como económicos, habían alcanzado un nivel intolerable. El pueblo kurdo era el más sensible y se rebeló contra estas políticas.

El chovinismo árabe del régimen Baaz seguía activo, movilizando todas sus fuerzas. Hizo todo lo posible para impedir la unidad y la solidaridad con el pueblo kurdo. Es más, dirigió todas las flechas contrarias hacia el pueblo kurdo, quiso iniciar una guerra total contra el pueblo kurdo. Quería provocar al chovinismo árabe, como si el pueblo kurdo quisiera romper Siria. Este era en realidad el propósito del régimen. Por esta razón, después del 12 de marzo comenzaron las detenciones y se impusieron prohibiciones a todas las acciones y actividades políticas. Por otra parte, Damasco aplicó una política de embargo, ya que quería que el pueblo kurdo tuviera miedo hasta de su propia sombra. Con estas políticas, quería destruir la voluntad del pueblo kurdo y expulsarlo de sus tierras históricas.

El serhildan, que comenzó en Qamishlo, se extendió a las ciudades de Rojava e incluso a las grandes ciudades de Siria en poco tiempo. De hecho, con este serhildan, la verdadera cara del enfoque y la actitud del régimen Baaz hacia los pueblos comenzó a verse desde el exterior. Pero la comunidad internacional no apoyó al pueblo kurdo para el cambio y la transformación en Siria.

¿Qué tipo de cambios se produjeron en Rojava después del 12 de marzo de 2004? ¿Fue realmente la primera chispa de la Revolución de Rojava del 19 de julio?

El 12 de marzo fue un proceso lleno de experiencias para Rojava, con su correcta lectura e interpretación. Fue decisivo para la Revolución de Rojava del 19 de julio. La Revolución del 19 de julio se organizó gracias a la experiencia del 12 de marzo y reforzó su mecanismo de defensa. Al mismo tiempo, reforzó sus relaciones con la población de la región. La política del régimen Baaz de incitar a los pueblos kurdo y árabe a enfrentarse entre sí se transformó en una alianza kurdo-árabe con la Revolución del 19 de Julio. Para ello, hubo una amplia preparación de la revolución. El régimen Baaz llevó a cabo una política de negación y aniquilación. Con la Revolución del 19 de julio, la ira de los árabes y otros componentes contra el régimen Baaz reforzó la alianza de los pueblos, y se propició el terreno para luchar por el cambio y la transformación en Siria.

¿Cómo evalúa el enfoque del gobierno de Damasco sobre la Revolución de Rojava?

Tras 11 años de guerra, el régimen no puede encontrar una solución a la crisis siria, y menos con su política de negación y de mantener al pueblo y a sus representantes alejados del proceso de solución. Hay cuestiones esenciales que deben ser tratadas. Si el régimen se tomara en serio la solución, en primer lugar debería incluir a todo el pueblo en el proceso de solución, teniendo en cuenta los acontecimientos históricos y el dolor que les ha infligido. Pero el régimen quiere inculcar a otras personas la idea de que los kurdos quieren dividir Siria. El régimen sigue insistiendo en su política de negación e incitación. Si volvemos a considerar el pasado, la iniciativa de los pueblos de la región nos mostrará que todos sus esfuerzos iban encaminados a una solución. Estos esfuerzos no fueron pocos.

El régimen intenta controlar las iniciativas de la Administración Autónoma y las del Consejo Democrático Sirio (MSD), que es su representante político, mediante la fuerza militar, y actúa con la lógica de asegurar su poder. Con el inicio de la Revolución de Rojava del 19 de julio, cuando debería haber abordado la crisis siria con responsabilidad, Damasco firmó acuerdos secretos con el Estado turco. Si no hubiera habido alianza entre ellos, habrían reaccionado con dureza a la invasión del Estado turco de Afrin, Girê Spî y Serêkaniyê. Esta política llevada a cabo por el régimen no aporta una solución a la profunda crisis de Siria y no pone fin a la misma.

Marzo es un mes de masacres para los kurdos: 12 de marzo en Qamishlo, 16 de marzo en Halabja, 17 de marzo en Eşrefiye, 18 de marzo en Afrin...

Sin duda, mientras conmemoramos el serhildan del 12 de marzo de 2004, en realidad estamos señalando la resistencia del pueblo kurdo en marzo. Para el pueblo kurdo, el mes de marzo puede considerarse tanto un mes de serhildan como de masacre. Podemos decir que el pueblo kurdo lee bien la ocupación, la masacre y la historia. En este proceso, el pueblo kurdo decidió aumentar la lucha para proteger los recuerdos que surgieron con las masacres, los mártires que se dieron, y para ganar el derecho a la autodefensa.