El Movimiento por una Sociedad Democrática (TEV-DEM) en el noreste de Siria emitió una declaración sobre el aniversario del genocidio Yazidi perpetrado por el ISIS en Shengal (Sinjar) el 3 de agosto de 2014.
TEV-DEM conmemoró a las víctimas del genocidio cometido en Shengal por el ISIS con el apoyo del estado turco y otras potencias locales e internacionales.
“El KDP se confabuló con los terroristas del ISIS que se asentaron en la ciudad y cometieron un genocidio contra el legado cultural e histórico del pueblo yazidí. Miles de yazidíes perdieron la vida y sufrieron gravemente, especialmente las mujeres y los niños que fueron llevados cautivos. El pueblo yazidi apodó este ataque como el 'genocidio 74', como continuación de las masacres que habían sufrido antes. La historia de nuestro pueblo yazidí está llena de resistencia, lucha, actitud nacional y valores humanitarios que protegen el legado cultural, la esencia y la existencia de su sociedad. Estos valores se enfrentan hoy a una política de genocidio”, indicó el TEV-DEM.
Refiriéndose al acuerdo respaldado por la ONU concluido entre Bagdad y el KDP el 9 de octubre de 2020 en línea con los intereses del estado turco invasor, TEV-DEM declaró: “Este acuerdo busca completar el genocidio contra la comunidad yazidí y aplastar su esencia y espíritu de resistencia. Sin embargo, se desarrolló una resistencia histórica contemporánea para construir un sistema socialdemócrata en Shengal y la llanura de Nínive con un espíritu resurgente alentado por los sacrificios realizados por el Movimiento por la Libertad del Kurdistán para reclamar este legado. Esta resistencia se convirtió en el comienzo de una revolución contemporánea en el camino de revivir y organizar a la comunidad yazidi a través de la fundación de instituciones democráticas y unidades de resistencia que derrotaron al terror y liberaron a Shengal”.
El TEV-DEM hizo un llamado a la comunidad internacional, al Consejo de Seguridad de la ONU y a las instituciones para la protección de las minorías étnico-religiosas a cumplir con sus deberes y responsabilidades morales para proteger la voluntad de los pueblos que enfrentan masacres y genocidios y detener el crimen del cambio demográfico.
La declaración concluyó: “También pedimos el cierre del espacio aéreo en las regiones de Shengal, Makhmur y Kurdistán del Sur (norte de Irak) que son blanco continuo de los ataques aéreos turcos. La ONU, que no reconoce este genocidio y evita hacer rendir cuentas a los responsables, es responsable de tales masacres y crímenes de lesa humanidad. La negligencia de la ONU alienta al estado turco a expandir su ocupación y cometer más masacres contra la gente”.