En un texto escrito para la gente de sus países de origen, los internacionalistas de Rojava llaman a no callar contra los crímenes turcos.
El texto subraya que “como internacionalistas vinimos a Rojava en busca de una alternativa al capitalismo, al egoísmo y al aislamiento, y encontramos nuestro lugar en las unidades de autodefensa YPG/YPJ internacional contra los ataques del fascismo inhumano de Turquía y de los Estados europeos hipócritas llevando nuestra responsabilidad junto a nuestros amigos y amigas kurdos, árabes, yazidíes”.
Los internacionalistas condenan “los ataques a todas las partes del Kurdistán y seguiremos ocupando nuestro lugar contra la opresión de las identidades étnicas y religiosas, contra la opresión de la lucha por la libertad, la igualdad y la democracia”.
El texto dice que “para 2023, Erdoğan quiere ponerse serio y está utilizando todo lo que está a su alcance para destruir los logros de las sociedades de Oriente Medio. Pero detrás de él, hay una comunidad mundial capitalista que ha cerrado los ojos a la destrucción deseada, no sólo de la identidad kurda, sino también de una alternativa al sistema explotador y enfermizo del capitalismo, y eso sólo por sus propios intereses de poder en el Medio Oriente. Quién dominará el sistema capitalista en el futuro depende en gran medida de la relación de fuerzas en Oriente Medio.
En este proceso, Erdoğan está llamando a todo, a todos y a todas terroristas. ¿Pero qué es realmente un terrorista? Un Estado que comete asesinatos en su propio país durante décadas, que no tolera ninguna otra opinión, que cambia todo al mismo nivel y que invade otros países una y otra vez y maltrata a la población civil allí, pero que hasta hoy también es preferido por los países de nuestro origen, como Gran Bretaña, Alemania, Francia, Suiza y muchos otros, preferidos y apoyados una y otra vez con dinero y armas, política y militarmente”.
El texto agrega: “Creemos en una sociedad libre, en una comunidad en la que juntos y juntas podamos construir un mundo libre, donde cada ser humano tenga su lugar y viva con dignidad. Por eso llamamos a las sociedades de nuestros países de origen a no callar ante los males de Oriente Medio y a asumir también su responsabilidad en la lucha por la libertad y la democracia”.