El Estado turco colocó familias turkmenas en las casas de los kurdos que expulsaron por la fuerza de Afrin durante la invasión en los primeros meses de 2018.

Los mercenarios están llevando a cabo crímenes horrendos contra los kurdos que todavía permanecen en el cantón.

El joven F.Ş. fue obligado a abandonar Afrin. No revela su nombre porque teme que los mercenarios puedan tomar represalias y perjudicar a su familia.

F.Ş. fue al barrio de Sheikh Maqsoud, en Alepo. Le contó a la ANHA los crímenes de los mercenarios en Afrin. "Saquean la propiedad de la gente delante de todos. Los kurdos de Afrin están sujetos a la matanza étnica. A los kurdos ni siquiera se les permite abrir sus tiendas".

F.Ş. dijo que los mercenarios del estado turco cantan los lemas del ISIS mientras "saquean la propiedad de la gente". Hay decenas de grupos de mercenarios en los pueblos. Básicamente no se pueden mover. Los mercenarios secuestran a los civiles para obtener un rescate. Si no se paga el rescate, matan a los rehenes a sangre fría".

F.Ş. también comentó que no ha habido noticias de un civil secuestrado en el pueblo de Badîna durante 7 meses. Los mercenarios exigieron un rescate de 20.000 dólares y como la familia no podía pagar dejó de recibir noticias.