La División Al-Hamza impone nuevos impuestos en el Afrin ocupado

El SOHR informa de nuevas violaciones por parte de las facciones respaldadas por Turquía en Afrin.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR) informó que la División Al-Hamza, respaldada por Turquía y dirigida por Mu'taz Abdullah, ha impuesto nuevos impuestos a cambio de permitir que los civiles cuiden de los olivos pertenecientes a las personas que han sido desplazadas de las aldeas de Kafrdalli Tahtani, Kafrdalli Fuqani, Ma'rata y Mazen en el campo de Afrin.

En consecuencia, la División Al-Hamza ha pedido a los representantes autorizados de los propietarios de los árboles que paguen ocho dólares (25.000 SYL) por cada árbol cada tres años a cambio de permitir a estos representantes cuidar de los olivos.

En junio, la división pidió a los jefes de las aldeas de la región que contaran las propiedades de las personas que habían sido desplazadas de Afrin con el fin de hacerse con ellas, después de que la facción ya se hubiera hecho con algunas tierras de cultivo y olivos pertenecientes a los residentes de estas aldeas para "tratar con la Administración Autónoma".

El observatorio señaló que este impuesto tampoco está incluido en la anterior "temporada de cosecha de aceitunas" ni en los impuestos anuales del 20% de la cosecha, que el Consejo Local ha impuesto a los propietarios de las tierras de cultivo.

El SOHR había informado anteriormente de que un miembro del Cuerpo de al-Sham, conocido como "Abu Khalil", agredió a una mujer de 74 años de la aldea de Kawenda, en el distrito de Rajo, en Afrin, el 4 de julio. El miliciano respaldado por Turquía golpeó a la mujer con una silla y la insultó y maltrató porque se negó a pagar la "tasa de protección".

Según el SOHR, la División al-Hamzah, respaldada por Turquía, había impuesto gravámenes de 200 a 500 TL a los residentes de la aldea de Kokaniyah, en el distrito de Mabata, en la campiña de Afrin, al norte de Alepo, en concepto de "impuestos de protección". "Abu Sultan", comandante de la División al-Hamza, informó a los residentes de que debían pagar estos nuevos impuestos, durante una reunión en la casa del jefe de la aldea.

El comandante advirtió a los habitantes del pueblo que, si se negaban a pagar, sus propiedades serían objeto de robos, y que la División al-Hamza no se haría responsable de la protección de dichas propiedades.