Los conflictos violentos, la ocupación y el saqueo han azotado la región de Shehba, que cuenta con 75 pueblos, desde el comienzo de la guerra civil siria. La región permanece bajo fuego constante de artillería y amenazada de invasión.
La región de Shehba, adonde emigraron los habitantes de Afrin tras la ocupación turca de sus tierras en 2018, está sometida a un embargo por parte del gobierno sirio y a ataques del ejército turco y sus mercenarios. Al comenzar el invierno, el embargo se agravó aún más y ahora no se permite el suministro de productos de primera necesidad. Los servicios públicos y la atención sanitaria se han paralizado debido a la falta de combustible, afectando principalmente a niños y niñas pequeños, enfermos y ancianos.
Los camiones de combustible no podrán circular durante meses
Según el plan anual de la Administración Autónoma del Noreste de Siria (AANES), 200 camiones de combustible debían llegar a la región de Shehba. En circunstancias normales, se permitía la entrada de 15 camiones en la región, que necesitaba 60 camiones cada dos semanas, pero la 4ª División Blindada, una formación de élite del Ejército sirio, ha bloqueado completamente el paso de camiones de combustible durante los dos últimos meses.
15 mil estudiantes privados de su educación
La región de Shehba cuenta con 200.000 residentes, incluyendo los que emigraron de la ocupada Afrin. La región se enfrenta actualmente a un problema de calefacción debido a la temporada de invierno, con cortes de electricidad y escasez de combustible. 15.000 estudiantes no pueden recibir educación porque 27 escuelas han suspendido la enseñanza.
Sin bombonas
El número de bombonas que deben suministrarse a la región se ha reducido de 28.000 a 10.000. El precio de la bombona es de 120.000 liras sirias.
Empeoramiento de las condiciones de salud
Después de que los puestos de control del gobierno sirio impusieran fuertes tasas a los vehículos que transportaban medicamentos a la región, se ha interrumpido el suministro de leche para los niños y niñas, y los medicamentos suministrados por los centros de salud y las farmacias se han quedado cortos. Anteriormente, cinco ambulancias atendían a los ciudadanos y ciudadanas en el hospital de Avrin, donde se trataba a unos 600 pacientes al día. Los servicios hospitalarios también se han paralizado hoy.
Vidas más severas en los campamentos
Los distritos de Til Rifat, Ehres, Ehdas y Fafîn en la región, que permanece bajo embargo, así como los campamentos de Afrin, Shehba, Veger, Serdem y Berxwedan también se enfrentan a grandes dificultades.
En declaraciones a ANF, la co-presidenta del Consejo Cantonal de Afrin, Zelux Bekir, afirmó que desde hace cuatro años se producen ataques diarios con armas pesadas y drones contra los desplazados y las desplazadas en Shehba. “La población civil está en el punto de mira, se cometen masacres. Los ataques golpean sin distinción a niños, niñas, mujeres y personas mayores. La resistencia continúa aquí”, afirmó.
El Estado turco por un lado y el Gobierno sirio por el otro
Bekir señaló que los ataques turcos se han intensificado simultáneamente con el embargo impuesto por el Gobierno sirio: “Ha llegado el invierno, las condiciones de vida han empeorado y el embargo se ha intensificado gradualmente. Por un lado, el Estado turco y sus mercenarios siguen atacando. Por otro, el Gobierno sirio agrava el embargo. Quieren doblegar la voluntad del pueblo mediante el hambre, los desplazamientos forzosos y las enfermedades. Mientras tanto, Rusia es un Estado garante en la región, pero aprueba estas prácticas para que la región siga bajo el control del Gobierno siGrio. Como resultado, cooperan para quebrar la voluntad del pueblo kurdo”.
El embargo afecta a todos los ámbitos de vida
Bekir reveló que numerosas personas mayores, enfermos y enfermas perdieron la vida a consecuencia del embargo el año pasado: “La situación de nuestra gente que vive en tiendas de campaña en los campamentos salta a la vista. Por otra parte, los que viven en los distritos se alojan en su mayoría en casas semiderruidas.
Un embargo contra un pueblo que resiste en una región en condiciones difíciles es un desastre. Aunque hay una distancia muy corta entre Alepo y Shehba, el Gobierno sirio tiene siete puestos de control. A través de estos siete puestos de control se deniega la transferencia de combustible, harina y medicamentos a la región. Nos enfrentamos a una grave crisis humanitaria. Si el embargo continúa así, las vidas de niños, niñas, personas mayores y con dolencias, seguirán amenazadas”.
Los puntos de control deben desaparecer
Bekir insistió en que se debe presionar al Gobierno sirio para que levante el embargo y elimine los siete puestos de control entre Alepo y Shehba: “Estos 7 puestos de control sobrecargan incluso los suministros básicos. La población de la región está librando una lucha contra los ataques turcos y el embargo sirio. Nuestro pueblo es consciente de las políticas hostiles contra el pueblo kurdo y el proyecto de Administración Autónoma. Nuestro objetivo es volver a Afrin, y lucharemos cueste lo que cueste”.