El ejército turco y sus fuerzas yihadistas siguen atacando la región autónoma del norte y el este de Siria. Los asentamientos civiles y la infraestructura en Ain Issa fueron el foco de numerosos bombardeos el sábado. La mayoría de los ataques se registraron en el borde de la ruta de transporte internacional M4, que atraviesa el norte de Siria como un salvavidas y representa una ruta de suministro estratégica.

Según fuentes de seguridad, las aldeas de Xalidiyê, Hoşan y Mestûra, al oeste de Ain Issa, fueron bombardeadas inicialmente. A continuación, las fuerzas de ocupación bombardearon la aldea y la zona de servicio de Nexil y varios puntos de la M4 al este de Ain Issa. Los proyectiles también alcanzaron el área alrededor de los silos de grano cercanos. Todavía no está claro si alguna persona resultó herida como resultado de los ataques.

Las fuerzas de ocupación lanzaron nuevos ataques contra las aldeas de Xerbet Şealê y Şewarxa, en el distrito de Shera.

Ain Issa se encuentra al sur de la zona de ocupación turca y tiene una importancia estratégica como enlace entre las regiones autónomas del Éufrates, con Kobanê en su centro, y Cizîrê. Desde 2019, la ciudad ha estado en el punto de mira de Turquía y sus fuerzas islamistas como parte de una guerra de desgaste. Decenas de aldeas de la región ya han sido destruidas y despobladas por la violencia militar turca. Una ofensiva aérea turca en noviembre de 2022 redujo a escombros gran parte de la infraestructura. El jueves pasado, una joven de dieciséis años sufrió una grave lesión en el pie durante el bombardeo de Ain Issa.