Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés) han recibido a más de 100 civiles, entre ellos ancianos, mujeres y niños, en zonas cercanas a las líneas del frente en la aldea de Al-TirwazIya, en el campo oriental de Raqqa. Los 100 civiles han sido deportados a la fuerza desde los campamentos de refugiados situados en el Estado turco.
Al llegar a sus zonas, las SDF les han proporcionado asistencia y primeros auxilios. Estaban agotados y habían sido abandonados. Además, algunos de ellos han tenido que ser hospitalizados de urgencia al ser torturados por la policía turca.
Uno de los hombres deportados a la fuerza ha dicho: “La policía turca me detuvo de repente, sin ninguna acusación, cuando me dirigía al trabajo. Me sometieron a graves torturas en comisaría, y luego me trasladaron a una prisión en el desierto rodeada de una valla con fuertes medidas de seguridad.
Prometieron concedernos tarjetas de ciudadanía a los sirios, pero mentían. Turquía nos trató mal y nadie nos defendió. La policía turca obliga a los refugiados sirios a firmar un documento de deportación por el que se prohíbe al deportado entrar en territorio turco durante cinco años”.
Otro de los deportados ha agregado: “El ejército turco nos torturó brutalmente cuando fuimos detenidos en la frontera, algunos de nosotros nos desmayamos debido a la brutal tortura”.