Entre las víctimas de la ocupación llevada a cabo por el Estado turco en Rojava se encuentran los niños.
Los niños se convierten en blanco directo de los ataques y se les niega el acceso a sus derechos fundamentales. Cientos de civiles, entre ellos decenas de niños, murieron en los ataques de invasión que comenzaron el 9 de octubre.
Al parecer, Turquía ha utilizado fósforo blanco y armas ilegales y muchos niños resultaron gravemente heridos en los ataques.
Los niños de Dirbêsiyê son conscientes y sufrieron en su propia piel todas estas atrocidades. Todos tienen algo que decir. Todos son víctimas de la invasión y están dispuestos a hablar sobre esto. Esta nueva generación reconoce al Estado turco por su brutalidad.
Mirna es una niña pequeña. Su cara aún sonríe. Sus ojos verdes brillan. "Queremos volver a nuestra escuela", dice, mientras expresa la ansiedad y el miedo ante los ataques del Estado turco.
"Los turcos han entrado aquí, tenemos miedo", dijo Mirna y describe su anhelo por su vida antes de la ocupación. "Quiero volver a la escuela, queremos que nuestros vecinos vuelvan y nuestra vida sea como antes", dice Mirna.
Mirna sabe de las armas ilegales usadas en Serêkaniyê, vio la foto de los niños heridos y sus cuerpos quemados. "¿No arde el corazón de la gente?", pregunta,
Esperamos poder volver a nuestros pueblos
Otros cuatro niños señalan que "Erdogan mata a los niños". Uno hace la señal de la victoria. Luego otro dice: "¿Qué le hizo el pueblo de Serêkaniyê a Erdogan para que nos matara?"
Otra niña de Dirbêsiyê defiende que se llama Guli y que Serêkaniyê está ocupada y los niños carecen de educación. Guli añade que no pudo continuar sus estudios. "Le arrojaron fósforo a Serêkaniyê, masacraron a los niños", dice, y afirma que espera volver a la escuela.