Madre e hijo secuestrados en Afrin

En un pueblo del distrito de Mabeta, en Afrin, dos personas han sido secuestradas por la "policía militar" de las fuerzas de ocupación turcas. Las víctimas son una madre y un hijo; una hija ya está en prisión.

Cuatro años después de la ocupación turca de Afrin, el terror del régimen instalado en el cantón del norte de Siria no cesa. La "policía militar" paramilitar ha secuestrado a dos personas en el pueblo de Dargirê, en el distrito de Mabeta. Los afectados son Fîdan Mehmûd Henan (61) y su hijo Semîr Cemal (42).

La hija de Henan, Ceylan Semîr Cemal (36), está recluida en una prisión de las fuerzas de ocupación. El ataque a la familia se produjo después de que la madre visitara a su hija el 18 de marzo. Ceylan Semîr Cemal es madre de dos hijas, Diclan (3) y Cûlya (2).

El 18 de marzo se cumple el cuarto aniversario de la ocupación de Afrin en violación del derecho internacional. La ocupación del cantón en el noroeste de Siria, que hasta entonces se autogobernaba según el principio de autonomía democrática, fue precedida por una guerra de agresión lanzada por Turquía, Estado miembro de la OTAN, junto con grupos mercenarios yihadistas el 20 de enero de 2018 bajo el cínico nombre de "Operación Rama de Olivo". Afrin se había librado hasta entonces de la guerra en Siria y se consideraba un refugio seguro a pesar del embargo y el aislamiento... hasta que comenzaron los ataques del ejército turco y sus fuerzas proxy islamistas. Cientos de personas perdieron la vida en estos ataques, miles resultaron heridas y cientos de miles se vieron obligadas a huir. El pueblo de Afrin y sus fuerzas de defensa de las YPG y las YPJ resistieron durante 58 días bajo un bombardeo sostenido. El 18 de marzo de 2018, se tomó la decisión de retirarse para evitar el genocidio y la destrucción completa de la región.

La guerra en Afrin está lejos de haber terminado; apenas ha comenzado con la ocupación. Hay batallas y explosiones casi a diario, lo que provoca un gran número de víctimas civiles. Mediante detenciones, secuestros, toma de rehenes con altas exigencias de rescate, así como asesinatos y torturas, se ha establecido un régimen autoritario bajo la ocupación turca que difunde el miedo y el terror y se ha convertido en un refugio para los miembros del ISIS y otros yihadistas. Para las mujeres, la vida allí es como una prisión, ya que muchas ya no salen de casa por miedo a la violencia cotidiana. Los matrimonios forzados, la violencia sexual, la tortura, los asesinatos y los cientos de mujeres secuestradas por los grupos armados respaldados por Turquía forman parte de la realidad diaria a la que se enfrentan las mujeres y las niñas allí. En total, se cree que se han producido más de 8.000 secuestros por parte de las fuerzas de ocupación.