El informe de la Oficina de Asuntos Humanitarios en el Norte y Este de Siria confirma que esos ataques, realizados con todo tipo de armas, incluidas las armas químicas, han causado la muerte de más de 478 civiles y han herido a otros 1.070.

Los desplazados viven en escuelas de acogida en la ciudad de Heseke y en el campamento de Wasokani, establecido por la Administración Autónoma y apoyado por la Media Luna Roja kurda.

Los ataques se han intensificado en las últimas semanas tanto en el campo de Serêkaniyê, Tel Temir y Zarkan. Esto ha provocado el desplazamiento de un gran número de familias que llegaron al campamento. El número de desplazados ha aumentado a 8.500 familias (1.300).

Hassan Yusef ha informado a ANHA que la debilidad del papel de las organizaciones internacionales hizo que la Administración Autónoma tuviera que hacer frente a todas las dificultades resultantes del establecimiento del campamento. "Han pasado cuatro meses desde los ataques llevados a cabo por Turquía que provocaron el desplazamiento de miles de personas a zonas más seguras. Lamentablemente, las organizaciones internacionales de ayuda internacional y humanitaria no han intervenido lo suficiente".