La alarmante escalada de la agresión turca en el norte y este de Siria, región autónoma liderada por los kurdos, y los nuevos ataques contra infraestructuras e instalaciones civiles representan un cambio para Turquía hacia una “nueva política de exterminio”, afirmó Mazloum Abdi, comandante en jefe de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) .
El ataque deliberado contra infraestructura vital no sólo causa importantes víctimas civiles, sino que también genera temores, socava la estabilidad regional y aumenta el riesgo de conflicto transfronterizo, explicó Abdi, que agregó que esta situación marca un giro peligroso en las operaciones militares turcas.
Al pedir a Turquía que vuelva a centrarse en los problemas internos y los aborde dentro de sus propias fronteras, Abdi enfatizó la urgente necesidad de una intervención internacional. Abdi hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga y detenga las acciones agresivas de Turquía para mantener la estabilidad en la región.
“El silencio de la comunidad internacional y de las organizaciones de derechos humanos es una señal preocupante”, aseveró Abdi, que remarcó la importancia de la cooperación existente de las FDS con la coalición global liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico (ISIS).
“Contamos con acuerdos con la Coalición Global para evitar el agravamiento de la situación y el estallido de una guerra importante”, subrayó el comandante de las FDS.
La última ola de ataques turcos contra el norte y el este de Siria comenzó el 23 de diciembre en represalia por las pérdidas militares sufridas por las fuerzas turcas durante las operaciones contra posiciones del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el Kurdistán iraquí (Bashur).
El bombardeo continuó el lunes mientras Turquía causaba estragos al atacar 25 sitios de infraestructura crítica. El número de muertos ha aumentado a ocho, y un hospital se encuentra entre los últimos objetivos.
FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina