El Estado turco y sus aliados mercenarios siguen cometiendo crímenes en Afrin, que ocuparon en marzo de 2018. Uno de los objetivos que persigue Turquía es cambiar la estructura demográfica en Afrin, al tiempo que saquea e intenta destruir la cultura y la historia de Afrin.

Los mercenarios respaldados por Turquía destruyeron la estatua de Kawa el Herrero en el centro de la ciudad cuando ocuparon Afrin en 2018, y ahora han destruido la estatua de Newroz, que se había convertido en el símbolo de la ciudad y representaba la estructura multiidentitaria de la ciudad.

La estatua de Newroz tenía un gran significado para el pueblo kurdo y su destrucción revela una vez más la hostilidad del Estado turco hacia los kurdos.

También se cambiaron los nombres de muchos lugares de Afrin y se sustituyeron por nombres que recuerdan al Imperio Otomano.