A pesar del peligro de nuevos ataques, innumerables personas salieron ayer a la calle en las regiones autónomas del Norte y el Este de Siria (AANES) para protestar contra el “Estado terrorista de Turquía”.
Las manifestaciones tuvieron lugar en decenas de ciudades y pueblos, y también en las zonas autónomas de Alepo. La ira por los ataques aéreos de gran alcance del ejército turco de la OTAN fue lo que llevó a la gente a las calles.
“Este país es nuestro y lo defenderemos contra los invasores”, dijeron los manifestantes en numerosos lugares. Las dos manifestaciones más numerosas, con miles de participantes, tuvieron lugar en Hesekê y Qamişlo. En esta última metrópoli, una enorme multitud se reunió frente al centro cultural local. Un manifestante quemó una bandera turca, al tiempo que se coreó con fuerza: “Abajo el Estado ocupante criminal”.
En un discurso, el co-presidente de la sección local del Consejo de Miembros de la Revolución de Rojava, Mahsûm Hesen, describió el “terror del aire” como una “expresión y continuación de la mentalidad otomana”.
Otras manifestaciones tuvieron lugar en Til Temir, Dirbêsiyê, Şedadê, Hol, Tirbespiyê, Çilaxa, Girkê Legê, Til Berak, Til Koçer, Til Hemis, Raqqa y Tabqa, entre otras.
En Raqqa hubo inicialmente una afluencia mayor en la manifestación, en la que participaron cientos de residentes de la ciudad, así como representantes tribales y del Consejo Civil. Los activistas del movimiento juvenil que también estaban allí se separaron más tarde de la marcha y se dirigieron a Tell Samin. Allí, los jóvenes marcharon hacia una base militar rusa y condenaron la apertura del espacio aéreo sobre el norte de Siria para los cazabombarderos turcos.