El estado turco invasor continúa atacando el norte y el este de Siria de todas las formas posibles. Tras las recientes conversaciones en Teherán el 19 de julio y en Sochi el 5 de agosto, Turquía ha intensificado sus ataques contra la región, apuntando en primer lugar a asentamientos civiles en un intento de desplazar a la población como parte de su plan genocida para ocupar todo el territorio y cambiar su demografía.

27 personas, incluidos siete niños, perdieron la vida como resultado de los ataques con aviones no tripulados del estado turco invasor contra el norte y el este de Siria solo durante el mes de agosto.

El 18 de agosto, un dron turco bombardeó un centro de educación para niñas patrocinado por la ONU en la aldea de Şemokê en la carretera Hesekê-Til Temir. El ataque cobró la vida de cuatro niñas, mientras que otras 11 resultaron heridas como resultado del ataque.

Se informa que una de las niñas heridas, Silava Remedan, perdió la vida el 1 de septiembre. Salava Remedan de la ciudad de Dirbêsiyê nació en 2005.