En Qamishlo, en la región autónoma del Norte y el Este de Siria, las mujeres se reúnen una vez a la semana para leer y comentar libros del líder popular kurdo Abdullah Öcalan. Una de ellas es Samiya Xelîl, que conoció las ideas del fundador del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y pensador kurdo en 1998. Esta mujer de 47 años declaró a ANF que su vida ha cambiado radicalmente tras conocer al líder del pueblo kurdo.

Dijo: «Tenía 21 años cuando conocí las ideas de Rêber Apo [Abdullah Öcalan]. Mi marido era patriota y me enteré por él. Antes sólo era la mujer de la casa y la madre de los niños. Mi marido invitaba a los hevals [camaradas] a nuestra casa y participaba activamente con ellos. Esto creó un estrecho vínculo. La represión del régimen de Baaz aumentó, y mi marido fue encarcelado y torturado durante año y medio. La presión sobre nuestra familia nunca cesó, pero la opresión me hizo darme cuenta de que estaba en el buen camino. La antigua Samiya tuvo que cambiar y salir por fin de casa para ser útil en la sociedad».

Desde la Revolución de Rojava, Samiya Xelîl participa activamente en la comuna de Şehîd Berxwedan junto con su hija. «Los años de lucha de Rêber Apo han dado sus frutos», afirmó, y añadió: «La Revolución de Rojava es una revolución de mujeres y su inspiración es Rêber Apo. Las mujeres estábamos oprimidas bajo el régimen de Baaz. Ahora tenemos nuestros derechos. La revolución luchó para que las mujeres volvieran a su verdadera naturaleza. Gracias a la filosofía de Rêber Apo, las mujeres tienen fuerza para luchar».

Las mujeres de Qamishlo están leyendo actualmente Sociología de la libertad, de los cinco volúmenes del Manifiesto de la civilización democrática de Abdullah Öcalan, explicó Samiya Xelîl, que agregó: «Como grupo de mujeres, nos reunimos una vez a la semana. Leemos un capítulo juntas y lo debatimos. Es un buen método. Nos hace tomar conciencia de los grandes avances que ya hemos hecho. Tratamos problemas de la sociedad y la familia y sentimos lo importante que es la lucha de las mujeres. Los temas tratados en los libros afectan a nuestras vidas».

Abdullah Öcalan fue encarcelado en 1999 en la isla-prisión turca de Imrali y permanece en régimen de aislamiento agravado desde entonces. En los últimos tres años, ni siquiera se ha podido comunicar con sus abogados o sus familiares, lo que atenta contra todas las leyes tanto nacionales turcas como internacionales.

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