Turquía no cesa en sus ataques contra pueblos de la región autónoma del norte y este de Siria. El viernes, Xelîfe El Elî, de diez años, resultó herido en una mano en un ataque con dron en la aldea de Xalidiyê, al oeste de Ain Issa. El ataque aéreo se llevó a cabo a las 13.00 hora local. También fue bombardeada la aldea de Seyda, cerca de Ain Issa.

Otro ataque con drones tuvo lugar en la aldea de Soxanekê, en el distrito de Sherawa de Afrin. Una treintena de obuses alcanzaron la aldea de Bênê en el mismo distrito. No hay información sobre las consecuencias de los ataques.

El martes, Zeki Gürbüz, representante del MLKP en Rojava, y el combatiente Özgür Namoğlu murieron en un ataque selectivo con drones cerca de Hesekê. Ambos combatientes habían sobrevivido inicialmente al ataque, pero más tarde fallecieron debido a sus heridas. Según las Fuerzas Democráticas Sirias, Turquía llevó a cabo 120 ataques con drones y 43 ataques aéreos con cazas el año pasado. En 2022, 263 civiles resultaron heridos en ataques en el noreste de Siria, entre ellos 59 niños y 44 mujeres. 59 civiles, entre ellos 12 niños y cinco mujeres, murieron en los ataques turcos. 178 combatientes de las Fuerzas de Autodefensa murieron en 2022, 95 de ellos en la defensa contra los ataques turcos y 69 en la lucha contra el "Estado Islámico".