Hace 24 años, el 15 de febrero de 1999, el líder del PKK Abdullah Öcalan fue secuestrado en la Embajada de Grecia en Kenia en un golpe interestatal en el que participaron varios servicios secretos, y trasladado a Turquía. Antes de su detención, pasó años en Líbano y Siria.
Con motivo del aniversario de su secuestro y detención, se han celebrado manifestaciones en toda la región autónoma del Norte y el Este de Siria. "Aplastaremos el sistema de Imrali [la isla-prisión en la que está preso Öcalan en régimen de aislamiento agravado] mediante la lucha popular" ha sido el lema más coreado de las protestas en Qamişlo, Girkê Legê, Dêrik, Hesekê, Til Temir, Hol, Sedadê, Tabqa, Raqqa, Kobanê y Şehba.
En la manifestación de Qamişlo, la co-presidenta del PYD, Asya Abdullah, condenó el secuestro de Öcalan como un "complot de las potencias internacionales y locales". "Si se quiere resolver la cuestión kurda y que llegue la paz a Oriente Próximo, la clave para ello se encuentra en la isla-prisión de Imrali. Quien quiera resolver la cuestión kurda debe romper el aislamiento de Abdullah Öcalan", declaró la política kurda, y pidió a la opinión pública internacional que presionara al Estado turco.
La manifestación de Kobanê marcó también el final de una marcha de tres días del Movimiento Juvenil Revolucionario de Siria y la Asociación de Mujeres Jóvenes.
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