El Centro de Medios de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) anunció el resultado de los ataques turcos contra el noreste de Siria durante el mes de febrero.
Según el comunicado, la ocupación turca y sus mercenarios llevaron a cabo 24 ataques armados, empleando armamento pesado y tanques tras el catastrófico terremoto del 6 de febrero. Además, aviones de reconocimiento turcos llevaron a cabo dos ataques contra la población civil en los territorios del noreste de Siria. Por otra parte, los aviones de reconocimiento turcos sobrevolaron la región nada menos que en 348 ocasiones, mientras que aviones y helicópteros militares turcos violaron flagrantemente el espacio aéreo sirio en 27 ocasiones.
La declaración de SDF publicada el miércoles incluye lo siguiente:
“A pesar de las graves complicaciones derivadas del catastrófico terremoto que asoló Siria y Turquía, así como de los llamamientos de la comunidad internacional para reducir la violencia y facilitar los esfuerzos de socorro, las prácticas beligerantes de la ocupación turca contra nuestros territorios en el norte y el este de Siria persisten como una prioridad máxima para el partido gobernante en Turquía y sus grupos mercenarios armados que ocupan el norte de Siria. Una vez más, la ocupación y sus mercenarios han optado por suplantar la simpatía por las víctimas del terremoto con la guerra y el odio contra nuestras regiones, intensificando así sus ataques agresivos.
Tras el catastrófico terremoto del 6 de febrero, la ocupación turca y sus mercenarios llevaron a cabo 24 ataques armados, empleando armamento pesado y tanques. Además, aviones de reconocimiento turcos ejecutaron dos ataques contra poblaciones civiles en nuestros territorios. Además, los registros indican que aviones de reconocimiento turcos sobrevolaron la región en no menos de 348 ocasiones, mientras que aviones y helicópteros militares turcos violaron flagrantemente el espacio aéreo sirio 27 veces.
Además, la ocupación ha recurrido una vez más a sus sucias tácticas de inteligencia, como lo demuestra su participación en una detonación de artefactos explosivos improvisados en un automóvil civil en el barrio de Sheikh Maqsoud en Alepo y otra en la ciudad de Hasakah.
Los ataques hostiles perpetrados por Turquía a lo largo de febrero provocaron el martirio de cuatro civiles inocentes, entre ellos un anciano desplazado de Afrin de 70 años. Además, tres personas resultaron heridas, entre ellas una mujer. Tales agresiones también causaron graves daños a las propiedades y tierras de los civiles, impidiéndoles acceder a sus cultivos.
En un intento por ocultar sus crímenes reprensibles, la ocupación turca ha recurrido una vez más a inventar mentiras para justificar su atroz matanza de civiles. Los medios de comunicación afiliados a la inteligencia turca han propagado la afirmación sin fundamento de que han “matado” a un miembro hipotético de nuestras fuerzas, Khalil Mounji, a quien acusan de ser responsable del ataque de Estambul. Aseveramos categóricamente que la persona mencionada no tiene afiliación con nuestras fuerzas y es, de hecho, un civil alejado de actividades militares y políticas. Este crimen de asesinato se suma a la lista de crímenes cometidos por la ocupación contra nuestro pueblo, que persisten hasta el día de hoy.
Mientras la ocupación turca persiste en sus brutales agresiones que cobran más vidas en la región, nuestras fuerzas cumplen con sus compromisos morales y humanitarios para responder de una manera que priorice la provisión de ayuda esencial a las personas afectadas. Tales medidas incluyen el ejercicio del autocontrol y abstenerse de sucumbir a las provocaciones turcas.
La ocupación turca cree que la preocupación de la comunidad internacional y las organizaciones humanitarias por el reciente desastre del terremoto es una oportunidad oportuna para desviar la atención de la creciente presión para que cese sus feroces ataques contra nuestros territorios y para disuadir a Ankara de continuar con los preparativos para una posible invasión en breve. Tales acciones ocurren en medio de la ausencia de mecanismos legales internacionales viables para responsabilizar a la ocupación y sus fuerzas mercenarias por sus atrocidades contra los habitantes de la región, que incluyen el desplazamiento forzado, la manipulación demográfica y los asesinatos selectivos.
En base a ello, reiteramos nuestro llamamiento a la comunidad internacional y a las organizaciones internacionales de derechos humanos para que desempeñen sus funciones mediante la implementación de mecanismos eficientes y genuinos que disuadan las continuas agresiones de la ocupación turca, dada la crisis humanitaria que se desarrolla en la región y las crecientes amenazas a la seguridad que plantea la organización terrorista ISIS. Este último está tratando de explotar las terribles condiciones humanitarias causadas por el desastre del terremoto para reorganizarse, reagruparse y perpetrar ataques a gran escala”.