Secuestrados otros tres civiles en el Afrin ocupado

El Estado turco y sus mercenarios siguen cometiendo crímenes en el cantón del Norte de Siria de Afrin, que ocupan desde 2018.

La denominada "Policía Militar", red criminal paramilitar establecida por el Estado turco en la región ocupada de Afrin, ha secuestrado a otros tres civiles de los distritos de Rajo y Shera.

Según fuentes locales, un residente de 31 años de la aldea Moska en Rajo fue secuestrado el 10 de abril. En el distrito de Shera, los invasores secuestraron a Hisên Mistefa Nûrî Hidik, de 43 años, de la aldea de Dêrsewanê, y a Aryan Mihemed Xelîl, de 36 años, de la aldea de Meiriskê.

Ocupación de Afrin desde 2018

El cantón de Afrin era el más occidental de Rojava y el Norte y el Este de Siria, y en él vivían 200.000 kurdos y kurdas. Aunque la población era abrumadoramente kurda, albergaba diversos grupos religiosos, como yazidíes, alauíes y cristianos, junto a musulmanes suníes.

El 20 de enero de 2018, Turquía lanzó ataques aéreos contra 100 localidades de Afrin, como inicio de una invasión que bautizó como "Operación Rama de Olivo".

Las fuerzas aéreas turcas bombardearon indiscriminadamente a civiles y posiciones de las YPG/YPJ, mientras que facciones y milicias organizadas bajo el paraguas del Ejército Nacional respaldado por Turquía llevaron a cabo un asalto terrestre.

El 15 de marzo, las milicias respaldadas por Turquía habían rodeado la ciudad de Afrin y la sometieron a bombardeos de artillería. Un ataque aéreo turco alcanzó el único hospital en funcionamiento de la ciudad, matando a 16 civiles.

Los civiles huyeron y las SDF se retiraron, y el 18 de marzo Turquía ocupaba de facto Afrin. Entre 400 y 500 civiles murieron en la invasión, en su inmensa mayoría como consecuencia de los bombardeos turcos. Otros civiles fueron ejecutados sumariamente sobre el terreno.

Antes de la invasión turca, Afrin había sido una de las partes más pacíficas y seguras de Siria, prácticamente sin haber visto combate durante la guerra civil, salvo escaramuzas ocasionales entre las YPG/YPJ y las fuerzas yihadistas en sus fronteras. Como resultado, Afrin ofreció refugio pacífico a más de 300.000 desplazados y desplazadas internos de otras partes de Siria.