El terror de las fuerzas de ocupación en Girê Spî, en el norte de Siria, ocupada por Turquía, no muestra signos de remitir. Mercenarios pro-turcos que se hacen pasar por "unidades antiterroristas" han secuestrado a nueve habitantes de Girê Spî y se los han llevado a su base. Ahora exigen un rescate por la liberación de los rehenes.

El terror continuado de las fuerzas de ocupación en la región muestra lo dramática que se ha vuelto la situación de seguridad para la población. Las acciones de los mercenarios pro-turcos revelan la estrategia promovida por el Estado turco para financiar sus actividades. Las peticiones de rescate son un componente central de la misma. Sin embargo, estas acciones no sólo sirven a intereses financieros, sino que aparentemente también persiguen objetivos políticos.

Además de financiar a los mercenarios, esto también sirve para aumentar la presión sobre la población kurda. Los mercenarios sólo reciben una parte de sus ingresos del Estado turco, pero a cambio parecen tener vía libre para robar y extorsionar principalmente a la población kurda.

Los informes de las personas liberadas son aterradores, ya que dan testimonio de una realidad brutal en manos de los secuestradores. Las cárceles superpobladas son escenario de crueles torturas, llevadas a cabo bajo la dirección del servicio secreto turco MIT. Una y otra vez se informa de muertes por tortura.

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