Shehba sin electricidad debido al embargo del gobierno sirio
La región de Shehba, que alberga a los desplazados de Afrín, sufre el embargo del régimen sirio, así como los ataques del ejército turco y sus mercenarios.
La región de Shehba, que alberga a los desplazados de Afrín, sufre el embargo del régimen sirio, así como los ataques del ejército turco y sus mercenarios.
La 4ª Brigada del ejército sirio sigue imponiendo un embargo en los barrios de Sheij Maqsoud (Şêxmeqsud) y Ashrafiyah (Eşrefiye) de Alepo y en el cantón de Shehba, en el norte de Siria. El embargo no permite el suministro de artículos de primera necesidad a la región y pone en peligro la vida de la población.
El embargo que pretende asfixiar a la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) se intensificó en abril y prohíbe incluso el suministro de artículos de primera necesidad y medicamentos.
Las autoridades locales se han visto obligadas a restringir las horas de funcionamiento de generadores y pozos de agua debido a la falta de combustible. El 8 de abril, las horas de suministro eléctrico se redujeron de 4 a 2. El 27 de abril, la energía se cortó por completo al agotarse el combustible disponible en la región.
Mientras los generadores eléctricos han estado parados durante los dos últimos días, los residentes de Shehba, entre los que hay un gran número de desplazados internos de Afrin, pasan la noche a oscuras, utilizando lámparas de aceite y velas.
Antecedentes
La región de Shehba tiene una población de más de 200 mil habitantes. La región también alberga 5 campos de refugiados. 2.000 familias viven en los campos de Afrin, Shehba, Veger, Serdem y Berxwedan, donde las condiciones de vida se han vuelto más difíciles en invierno.
La región de Shehba se enfrenta a problemas de calefacción y cortes de electricidad debido a la falta de combustible. 70 escuelas de la región han sido suspendidas. 15 mil alumnos no pueden recibir educación, mientras que 950 profesores no pueden seguir ejerciendo su profesión.
Dos hospitales de los distritos de Fafin y Til Rifet tienen restringidos los servicios sanitarios. Debido a la escasez de combustible y suministros médicos, se ha interrumpido el tratamiento de personas con enfermedades graves a pesar de que su vida corre peligro.
Dos de las nueve panaderías de la región han interrumpido recientemente sus operaciones. Queda una cantidad limitada de harina en otras siete panaderías que elaboran pan para los habitantes de la región. Teniendo en cuenta la suspensión del suministro de combustible y harina a la región, es muy probable que siete panaderías cierren.