Tras la violación de una niña en Afrin llaman a una intervención internacional

Una niña de diez años fue violada por un yihadista en la región de Afrin, donde el Estado turco y los mercenarios aliados continúan cometiendo crímenes desde su invasión de la región en 2018.

El 6 de mayo, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) informó que un miembro de la facción Al-Sultan Suleiman Shah "Al-Amshat" violó a una niña de diez años de Afrin. Según el informe, el yihadista estaba escoltando a la niña y a su madre en su camino a Afrin cuando violó a la niña en los jardines de la zona antes de huir.

Según la Agencia de Noticias Hawar (ANHA), con sede en Rojava, el yihadista, Ehmed Memdûh (Ebû Deham), huyó a la aldea de Kora en el distrito de Jindires después de cometer la agresión sexual, la que ha provocado una intensa reacción de la población local.

Emîne Mela Hesen, presidenta del Comité de Mujeres del Cantón de Afrin y Shehba, señaló que las fuerzas turcas y los mercenarios aliados han estado cometiendo crímenes inhumanos contra la población kurda en Afrin desde que invadieron la región en violación del derecho internacional en 2018.

Hesen enfatizó que las mujeres son el objetivo principal de los crímenes cometidos por las fuerzas de ocupación, como el asesinato, el secuestro y la violación. La oradora hace un llamamiento a las organizaciones internacionales para que intervengan de inmediato.

Hesen señaló que el cambio demográfico que tiene lugar en el territorio ocupado desde la invasión turca apunta a la separación de la región de la tierra siria y la anexión a la tierra turca.

Afrin ocupada desde 2018

Afrin, también conocida como Çiyayê Kurmênc, es una ciudad situada en la parte occidental de Rojava, a 63 km de Alepo y el 90 por ciento de sus residentes son kurdos (cifras anteriores a la ocupación). Antes de ser ocupada por el Estado turco tras los intensos ataques en 2018, yazidíes, árabes y armenios vivían en unidad y solidaridad en la ciudad, que tiene 6 distritos y casi 400 aldeas... A pesar de estar expuesta a una ola migratoria masiva desde otras ciudades de Siria como Alepo, Deraa, Homs, Idlib, Hama y Raqqa en 2011, la ciudad también mantuvo  paz y estabilidad para Siria. También era un centro económico potencial.

Las potencias hegemónicas que consideraban el modelo de gestión democrática en el noreste de Siria como una amenaza para sus propios intereses, encontraron un pretexto e hicieron que la República Turca fascista invadiera Afrin el 20 de enero de 2018 bajo el nombre de "Operación Rama de Olivo". Con este ataque, el jefe fascista Erdogan planeaba invadir la ciudad con su ejército en pocos días. Sin embargo, se opuso una resistencia sobresaliente durante 58 días bajo el liderazgo de las fuerzas YPG e YPJ con una amplia participación del pueblo.

El cantón de Afrin fue el cantón más occidental de Rojava y del norte y este de Siria, hogar de 200.000 kurdos étnicos. Aunque la población era abrumadoramente kurda, era el hogar de diversos grupos religiosos, incluidos yazidíes, alauitas y cristianos, junto con musulmanes sunitas.

El 20 de enero de 2018, Turquía lanzó ataques aéreos contra 100 lugares en Afrin, como el inicio de una invasión que denominaron "Operación Rama de Olivo".

La Fuerza Aérea turca bombardeó indiscriminadamente a civiles, así como a posiciones de YPG / YPJ, mientras que un asalto terrestre fue llevado a cabo por facciones y milicias organizadas bajo el paraguas del Ejército Nacional respaldado por Turquía.

Para el 15 de marzo, las milicias respaldadas por Turquía habían rodeado la ciudad de Afrin y la habían puesto bajo bombardeos de artillería. Un ataque aéreo turco golpeó el único hospital en funcionamiento de la ciudad, matando a 16 civiles.

Los civiles huyeron y las SDF se retiraron, y para el 18 de marzo Turquía ocupaba de facto de Afrin. Entre 400 y 500 civiles murieron en la invasión,  como resultado de los bombardeos turcos. Otros civiles fueron ejecutados sumariamente en el campo.

Antes de la invasión turca, Afrin era una de las regiones más pacíficas y seguras de Siria, prácticamente nunca vio combate durante la guerra civil, salvo escaramuzas ocasionales entre YPG / YPJ y las fuerzas yihadistas en sus fronteras. Como resultado, Afrin ofreció refugio pacífico a más de 300.000 desplazados internos de otras partes de Siria.

Turquía tiene más de 50 bases militares en la ciudad,  la que ha estado bajo ocupación durante más de 5 años. Además, en casi todas las calles de la ciudad se han cometido diversos delitos, como el secuestro, el pillaje, el robo, la tortura, la violación, el genocidio histórico cultural y el cambio demográfico. Alrededor de 700 civiles han sido torturados y asesinados, y alrededor de 9.000 más han sido secuestrados. Estas cifras cubren sólo los delitos denunciados. También hay personas cuyo paradero sigue siendo desconocido. Además, muchos medios de comunicación y organizaciones de derechos humanos revelaron que más de 100 sitios históricos fueron saqueados y casi 400.000 árboles fueron talados en la ciudad.