Turquía continúa construyendo asentamientos coloniales en Afrin, al norte de Siria. En el curso esta política de limpieza étnica, el estado turco asienta a grupos seleccionados en los bloques de viviendas recién construidos. Más recientemente, se construyó un asentamiento en el pueblo de Kefer Rûmê en el distrito de Shera. El asentamiento consta de 50 edificios de cuatro plantas. Cerca del pueblo se construirán otros 200 edificios residenciales.
La construcción de asentamientos en la zona ocupada por Turquía se está llevando a cabo con el apoyo de "organizaciones de ayuda" de Qatar, Kuwait y Palestina. Cincuenta nuevos edificios residenciales se han construido recientemente en el pueblo de Shadar en el distrito de Sherawa. Se han hecho preparativos para nuevos asentamientos en el sitio de treinta hectáreas.
El estado turco ocupó Afrin en la primavera de 2018 con mercenarios yihadistas y desde entonces ha seguido una política de cambio demográfico. En lugar de la población predominantemente kurda, los mercenarios se están asentando con sus familias. Según el informe publicado el 1 de junio por la organización de derechos humanos Afrin-Syria sobre la situación actual en Afrin, el antiguo cantón más pacífico del país en guerra civil, las fuerzas de ocupación turcas y sus mercenarios yihadistas secuestraron al menos a 53 personas, cuatro de ellas ellas mujeres, bajo diversos pretextos en mayo.