El Estado turco está reduciendo el flujo de agua del Éufrates a Siria desde el 27 de enero de 2021. Según el acuerdo firmado entre Turquía, Siria e Irak, deberían fluir 500 metros cúbicos de agua por segundo hacia Siria, pero el Estado turco lo ha reducido a 200 metros cúbicos por segundo. El Estado turco, que no cumple con los convenios de la ONU, lleva 296 días robando el agua de Siria.

El director de la presa de Tişrîn, Hemod El Hemadîn, dijo a ANHA que Turquía reduce el flujo del Éufrates a 160 metros cúbicos/segundo de vez en cuando. Hemadin añadió que sólo a veces permite que el caudal aumente a 240 metros cúbicos/segundo, pero que esto ocurrió sólo por un tiempo muy corto y luego el agua se redujo de nuevo.

Debido a la disminución del agua, las horas de electricidad dadas a la región también se vieron reducidas.

Los efectos negativos del corte de agua del Estado turco se han dejado sentir en todos los ámbitos de la vida. La disminución del agua en los pozos de la región preocupa especialmente a quienes viven de la agricultura. La imposibilidad de regar las tierras agrícolas ha afectado a los agricultores tanto económica como psicológicamente. Al no poder obtener productos de las tierras cultivadas en la temporada agrícola, los agricultores sufrirán aún mayores pérdidas en el futuro.

El descenso del nivel del agua del Éufrates es una prueba de que el Estado turco está librando una guerra del agua contra el Norte y el Este de Siria. El objetivo del Estado turco, que amenaza con invadir y atacar la región cada día, es forzar el desplazamiento de la población y vaciar la región.