Un avión no tripulado del ejército turco atacó el martes la aldea de Seyda, al noreste del distrito de Ain Issa, en el norte de Siria.

El ataque dejó heridos a dos civiles, Elî Xelîl Omer, de 20 años, y Ehmed El-Xidir, de 21.

El 22 de julio, los drones de la ocupación turca atacaron un coche en la carretera de Qamishlo, lo que provocó el martirio de la comandante del YAT Jiyan Tolhildan, la comandante del YPJ Roj Xabûr y la combatiente Barin Botan. Las tres mujeres regresaban del foro sobre la revolución de las mujeres con motivo del décimo aniversario de la revolución de las mujeres en Rojava cuando su vehículo fue bombardeado.

Desde hace años, el Estado de la OTAN, Turquía, utiliza drones para el asesinato extralegal de "enemigos" en el norte y el este de Siria, pero también en la región del Kurdistán de Irak y en la ciudad yazidí de Shengal. Los ataques se dirigen específicamente a los representantes de las estructuras de autogobierno, a los miembros de las unidades de combate y a la población civil. La comunidad internacional ignora la guerra antikurda de Turquía.