Un refugiado iraquí es herido con un arma de fuego en el campamento de Hol
Se sospecha que las mujeres del ISIS están detrás del último ataque con arma de fuego en el campamento de acogida e internamiento de Hol, en el noreste de Siria.
Se sospecha que las mujeres del ISIS están detrás del último ataque con arma de fuego en el campamento de acogida e internamiento de Hol, en el noreste de Siria.
Un refugiado iraquí ha sido herido con un arma de fuego en el campamento de acogida e internamiento de Hol, en el noreste de Siria. Según informaciones de las fuerzas de seguridad de la Administración Autónoma (Asayîş), el hombre fue atacado el sábado por dos personas enmascaradas “con intención de asesinarlo”, y una bala le rozó la cabeza. Los autores consiguieron huir sin ser reconocidos, y se inició una persecución inmediatamente después del incidente.
Según el hospital de la Media Luna Roja kurda del campamento, el hombre casi no sobrevive al intento de asesinato. Su estado sigue siendo crítico y está siendo monitorizado. Las Asayîş sospechan que detrás del ataque se encuentran partidarios del ISIS. En el campamento de Hol, las mujeres yihadistas han creado la fuerza "Hisba" siguiendo la línea de la llamada "Brigada Al-Khansa", la policía religiosa femenina del ISIS. Esta fuerza comete repetidamente atrocidades contra las personas que no se adhieren a las normas de comportamiento del ISIS.
Desde principios de año se han producido 13 atentados en el campamento de Hol y han muerto al menos 11 personas. El día anterior, una pareja iraquí fue asesinada a tiros, y a principios de esta semana se descubrieron los cadáveres de tres mujeres en el campamento. En 2021, según la administración del campamento, se produjeron al menos 127 asesinatos, todos los cuales se cree que son obra de la fuerza Hisba y de la organización juvenil del ISIS autodenominada “Cachorros del Califato”. La mayoría de las víctimas son desplazados internos sirios e iraquíes.
El campamento de Hol, en el cantón de Hesekê, está considerado un foco del ISIS. Actualmente viven allí unas 56.000 personas, de las que aproximadamente la mitad son desplazados internos iraquíes. Pero la población del campamento también incluye a miles de familias del ISIS que fueron recogidas por las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) tras la captura del último bastión del ISIS, Baghuz, a principios de 2019. Alrededor de la mitad de todos los internos son menores de edad, y a muchos se les está enseñando la doctrina del ISIS. Esto está creando una nueva generación del ISIS, contra la que la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria lleva tiempo advirtiendo. Sin embargo, la mayoría de los países de origen se niegan a recuperar a sus nacionales y eluden sus responsabilidades.