Artistas en Estambul protestan por la falta de propuestas ante las medidas Covid

Los artistas realizan una protesta silenciosa en Mis Street, en Taksim, por las restricciones a las actividades y eventos artísticos impuestas por la pandemia del coronavirus.

Los artistas se encuentran entre los más afectados por la pandemia del coronavirus en tanto que han visto sus actuaciones y actividades reducidas drásticamente. Las primeras actividades que se redujeron fueron, de hecho, los eventos culturales. Estas restricciones se han impuesto para tratar de evitar que la infección del coronavirus se extienda, pero no se han ofrecido alternativas. Los artistas de Taksim, en Estambul, han organizado una protesta silenciosa bajo el lema “El arte no tiene tiempo”.

El diputado del HDP, Musa Piroğlu, ha apoyado la acción, que se ha llevado a cabo bajo una fuerte presencia policial. Los artistas han formado una cadena a lo largo de la calle respetando el distanciamiento social y dejando sus instrumentos musicales en el centro.

Hablando en nombre de los artistas, el músico Ayhan Ak ha destacado que se han visto obligados a dejar de actuar a causa a las restricciones impuestas para contener la pandemia. “¿Cómo lo vamos a llevar bien?” dijo Ak. “Hay una pandemia, tomemos medidas para evitar que se extienda, por supuesto. Pero vivimos de la cultura, no tenemos un segundo trabajo. ¿Cómo se supone que vamos a llevarlo bien? ¿Cómo pagaremos nuestros alquileres y facturas? Llevamos en una situación problemática desde marzo”.

Antecedentes

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó de las dramáticas consecuencias para el sector cultural tras el primer confinamiento.

A nivel mundial, el Covid-19 ha aumentado la volatilidad de la industria de los medios de comunicación y la cultura, que han sido testigos de una caída de los beneficios económicos y de la pérdida de puestos de trabajo. Se estima, por ejemplo, que el sector de la música ha perdido 10.000 millones de dólares en patrocinios a causa del confinamiento.

A nivel nacional, en el Reino Unido se redujo el 75’9% del trabajo en los campos de las artes, el entretenimiento y el ocio durante el confinamiento; en Filipinas, el número de empleados en las áreas de las artes, el entretenimiento y el ocio se redujo en un 55% en abril de 2020, en comparación con abril de 2019; en Australia, el empleo en actividades creativas y de artes escénicas se redujo a 29’5% entre el 14 de marzo y el 18 de abril de 2020; en Brasil, los ingresos del sector audiovisual, de edición y de agencias de noticias disminuyeron un 14,8% en marzo de 2020; en los Estados Unidos, el empleo en los sectores de la grabación cinematográfica y de sonido y de la radiodifusión se redujo un 52,8% y un 8,7%, respectivamente, entre febrero y mayo de 2020.

Estas respuestas han sido distintas en el ámbito de la música, declaró la OIT, ya que en algunos países se ha seguido permitiendo a los músicos trabajar en los medios de comunicación, la radio y la televisión a pesar de las medidas de contención, mientras que en otros se ha dejado de grabar y producir.

En la mayoría de los casos, todos los intérpretes dejaron de trabajar durante el confinamiento. Dentro del sector de la música, se han producido incoherencias entre los trabajadores a los que se aplican las medidas restrictivas. Las respuestas también han variado entre las empresas, a menudo como resultado de la legislación laboral y de las diferentes normas que rigen los contratos de los trabajadores de ballet, teatros, orquestas y compañías de ópera.

La inestabilidad de los ingresos de muchos artistas y su falta de reconocimiento como “trabajadores” en algunos países, en particular en los países en desarrollo, ha impedido su cobertura por parte de los programas gubernamentales.

Por ejemplo, en Kenia y la Costa de Marfil, los sindicatos y asociaciones de músicos han creado coaliciones de artistas para negociar estrategias conjuntas con el gobierno con el fin de adoptar medidas de socorro.

Si bien algunos sellos discográficos ofrecen anticipos sobre los pagos de regalías, en la práctica, con excepción de los artistas conocidos y los que tienen sindicatos poderosos, la gran mayoría de los artista no tienen derecho a ningún pago cuando sus interpretaciones fijas se descargan o se transmiten por plataformas en línea.

En Europa, el apoyo al sector del espectáculo en vivo ha incluido subvenciones y préstamos, anticipos sobre derechos de autor o derechos conexos y el aplazamiento de los impuestos (Países Bajos), líneas de ayuda para los artistas ieconómicamente vulnerables y consultas entre las partes interesadas y los gobiernos sobre los planes de recuperación (España).

En los Estados Unidos, la Alianza Internacional de Empleados de Escenarios Teatrales (IATSE) y los sindicatos que representan a los artistas han pedido paquetes de ayuda Covid-19 con el fin de atender las necesidades futuras de los trabajadores creativos, asegurando al mismo tiempo la protección de sus planes de pensiones y el acceso a una atención sanitaria asequible y de calidad mediante subsidios para los planes de salud existentes.