La segunda edición del Festival de Cine Kurdo de Estambul (Festîvala Fîlmên Kurdî ya Stenbolê), organizado por el Colectivo de Cine del Centro Cultural de Mesopotamia (MKM), continuó en su quinto día con el Foro de Cine Kurdo y la proyección de películas en el Cinemajestik de la calle Istiklal.
El foro se centró ayer en los problemas a los que se enfrenta el cine y los cineastas kurdos. Asistieron directores y artistas de muchas ciudades kurdas.
Temas debatidos
Allí se debatieron los problemas técnicos experimentados, la presión vivida por los cineastas y la censura aplicada a las películas. Haciendo hincapié en que las películas rodadas no pertenecen sólo a una región, los participantes en el foro dijeron que cuando las películas kurdas van a festivales internacionales, “se muestran como películas turcas o sirias e iraquíes. Esto no debería ocurrir. Deben mostrarse como procedentes del Kurdistán”.
Las películas sobre la lucha están abiertas a la autocensura
Haciendo hincapié en que el cine kurdo se encuentra al inicio de su recorrido, los participantes en el foro afirmaron que el origen de los problemas proviene del hecho de que el Kurdistán no tiene un estatus oficial. En este sentido, se hizo hincapié en que los cineastas kurdos no deben caer en la trampa de la “autocensura” al hablar de la lucha que allí se libra.
Tras el foro, se proyectó en Cinemajestik el documental “Nanî Pîroz”, dirigido por Rahim Zabihi. La película trata de la vida de las personas que tienen que hacer contrabando para mantener a sus familias. También se proyectó el documental “Heskîf”, dirigido por Elif Yiğit. Este documental trata sobre el sitio de Hasankeyf, de 12 mil años de antigüedad, que está siendo inundado por la presa de Ilısu y la vida de las personas que viven allí.