La ciudadana checa Markéta Všelichová fue a Rojava en 2015 para ofrecer su apoyo en la guerra del pueblo kurdo contra los mercenarios del ISIS. Posteriormnte, fue detenida en Turquía con su marido Miroslav Farkas cuando intentaba cruzar de Turquía al Kurdistán del Sur en 2016.
Všelichová, que pasó 4 años en una prisión turca, habla de sus experiencias en el libro Luchamos por la humanidad.
Al presentar su libro en un programa celebrado en Praga el pasado martes, Všelichová habló de su larga lucha que comenzó en Shengal y siguió en Rojava. Všelichová también habló de los años que pasó en una prisión turca.
De visita en Rojava con su marido y su hija Arien en abril, Všelichová fue a Raqqa, donde se encontró con viejos amigos, y visitó campos de refugiados. Všelichová, que lucha activamente por Rojava en su país, la República Checa, dijo que quiere contribuir más a la comunidad kurda desde allí.
Tiempo en prisión
Markéta Všelichová fue a Shengal a prestar ayuda humanitaria por primera vez en 2015 y de allí pasó a Rojava. Fue detenida en la frontera cuando cruzaba al Kurdistán del Sur en agosto de 2016 con su marido, Miroslav Farkas.
Všelichová y su marido fueron acusados por un tribunal de Şırnak de ser miembros de las YPG y de ayudar a la guerrilla, y fueron condenados a 6 años y 3 meses de cárcel.
Estas sentencias provocaron una crisis entre la República Checa y el Estado turco. La pareja, que permaneció en las cárceles de Şırnak, Şakran y Erciyes durante 4 años, fue finalmente liberada en julio de 2022 como resultado de la presión del gobierno checo.
La pareja, que habla muy bien el kurdo y ha bautizado a su hija recién nacida con el nombre de Arien, en kurdo, sigue trabajando por Rojava.