El Observatorio de Salud y Seguridad Laboral (İSİG) publicó un informe que detalla el récord de muertes relacionadas con el trabajo en el sector agrícola durante la última década.

Según el informe, al menos 1.803 trabajadores agrícolas han perdido la vida en accidentes laborales en Turquía desde 2013. Entre las víctimas se incluyen 235 niños, 254 refugiados/migrantes, 346 mujeres y 1.457 hombres. De ellos, 101 tenían menos de 14 años y 134 tenían entre 15 y 17 años. Además, 363 trabajadores tenían entre 50 y 64 años y 104 tenían 65 años o más.

Un total de 254 trabajadores eran migrantes o refugiados, 130 procedían de Siria, 84 de Afganistán y otros de varios países como Georgia, Turkmenistán, Rusia, Irán, Azerbaiyán, Uzbekistán, Ucrania y Tayikistán.

Por otro lado, la tasa de mortalidad de las trabajadoras del sector, afirmó, es aproximadamente tres veces mayor que el promedio general de muertes relacionadas con el trabajo.

El informe señala que las trabajadoras agrícolas estacionales constituyen casi la mitad del empleo total en la agricultura estacional y reciben salarios más bajos que sus homólogos masculinos a pesar de trabajar las mismas horas o incluso más.

El informe reveló que en 2013 murieron 122 trabajadores; 140 en 2014; 202 en 2015; 177 en 2016; 154 en 2017; 184 en 2018; 190 en 2019; 215 en 2020; 149 en 2021; 180 en 2022 y 90 en los primeros 8 meses de 2023.

Sólo 15 de los trabajadores fallecidos (0,83%) estaban afiliados a sindicatos, mientras que 1.788 (99,17%) no estaban afiliados a ningún sindicato. İSİG señaló que, según las estadísticas de julio de 2023 publicadas por el Ministerio de Trabajo, hay 192.000 trabajadores en el sector agrícola, de los cuales el 28% son miembros de sindicatos. Sin embargo, el número real de trabajadores no asegurados es significativamente mayor de lo que sugieren las cifras oficiales, y la mayoría de los trabajadores sindicalizados están empleados continuamente en el sector forestal.