200 días de huelga de hambre contra el aislamiento

La huelga de hambre de los presos políticos contra el aislamiento de Öcalan y la privación total del derecho a voto en las cárceles turcas se prolonga desde hace 200 días. TUHAY-DER compara la situación en las cárceles con un estado de emergencia.

Desde hace 200 días, los y las presas políticas de los juicios del PKK y PAJK han estado en huelga de hambre por el levantamiento del aislamiento de Abdullah Öcalan y contra las violaciones sistemáticas de los derechos en las cárceles de Turquía. Varios miles de reclusos y reclusas de 107 cárceles ya han participado en la huelga de hambre alterna en turnos de cinco días.

La asociación de ayuda a las y los presos TUHAY-DER de la ciudad de Van llamó la atención hoy sobre el hecho de que la represión en las cárceles turcas se intensificó con la huelga de hambre en curso. "El sistema de aislamiento utilizado contra Öcalan durante años se ha extendido desde Imrali a todas las cárceles de Turquía", aseguró hoy el copresidente de la asociación, Ümit Çapan, en un mitin.

"A pesar de todas las advertencias de la sociedad civil, no se ha dado un solo paso para satisfacer las demandas de los presos", agregó. Çapan abogó por la movilización de un amplio movimiento social. Sólo así, dijo, se podría romper el aislamiento en las cárceles y detener la injusticia.

El aislamiento es una tortura

"El aislamiento es tortura, tenemos que enfatizar eso una y otra vez", advirtió Çapan en el mitin, al que asistieron familiares de las y los presos, activistas de la sociedad civil, políticos y politicas del HDP y del DBP, incluido el diputado Murat Sarısaç, así como otros miembros del asociación. 

Sin embargo, las autoridades pertinentes no muestran interés en proteger la salud y la vida de las y los presos, dijo. “De una mirada a los informes sobre la situación en las cárceles en los últimos meses, se puede concluir que el estado de emergencia, que fue levantado oficialmente en 2018, se mantiene en los centros de detención. Las regulaciones de emergencia introducidas en 2016 con el intento de golpe de Estado se han convertido en una herramienta autoritaria para reprimir a los presos políticos. De esta manera, el gobierno está permitiendo que prevalezca un estado de emergencia de facto en los establecimientos penitenciarios. Exigimos que se ponga fin de inmediato a las condiciones inhumanas y que se levante el aislamiento. Es imperativo que se evite que los presos sufran daños permanentes o mueran".

Castigos disciplinarios arbitrarios

Çapan también llamó la atención sobre el Reglamento sobre la conducta de los y las condenadas en la cárcel, que entró en vigor a principios de año y hace que parezca imposible que los presos políticos en Turquía sean liberados anticipadamente con una evaluación favorable. “Desde que se introdujo el reglamento, ni un solo preso político recibió un pronóstico legal favorable, al contrario. Se han impuesto incesantemente condenas arbitrarias disciplinarias y penales, lo que ha provocado que incluso los presos que han cumplido sus condenas no sean liberados. Este sistema de injusticia debe cesar y las violaciones de la ley en las cárceles deben erradicarse. Los presos deben poder ejercer plenamente sus derechos", concluyó.