Özaras: “Los colegios de abogados no se quedarán callados”
El presidente del Colegio de Abogados de Wan, Sinan Özaras, denuncia la destitución de la junta directiva del Colegio de Abogados de Estambul.
El presidente del Colegio de Abogados de Wan, Sinan Özaras, denuncia la destitución de la junta directiva del Colegio de Abogados de Estambul.
El presidente del Colegio de Abogados de Wan (Van, en turco), Sinan Özaras, declaró a ANF que la intervención contra el Colegio de Abogados de Estambul —por “cumplir con su deber” y “adoptar una postura clara a favor del estado de derecho”— quedará como una mancha oscura en la historia de la política de la República de Turquía.
En una declaración relativa a la destitución del presidente del Colegio de Abogados de Estambul, el profesor İbrahim Özden Kaboğlu, y de la junta ejecutiva, así como a las investigaciones, detenciones y arrestos en curso dirigidos contra el Municipio Metropolitano de Estambul, Özaras afirmó que los acontecimientos de Estambul forman parte de un proceso político más amplio: “La anulación de diplomas, las detenciones, los arrestos y el nombramiento de un fideicomisario para el municipio de Şişli son reflejos de lo que nosotros y nosotras, como kurdos y kurdas, llevamos años viviendo en nuestras ciudades, y que ahora se está extendiendo al oeste. Lo que se ha hecho a Ekrem Imamoğlu es totalmente ilegal. El nombramiento de un fideicomisario en el municipio de Şişli es una violación directa del derecho a elegir y ser elegido. Si existe una verdadera voluntad de defender la democracia y el estado de derecho, una de las primeras medidas legales que deben tomarse es poner fin a la práctica de nombrar fideicomisarios. Por desgracia, se está instrumentalizando al poder judicial”.
Los colegios de abogados y los profesionales del derecho tienen el deber fundamental de proteger los derechos humanos y las libertades.
Özaras señaló que el Colegio de Abogados de Estambul tiene una historia de 147 años, y continuó: “Durante el bombardeo turco del Kurdistán occidental (Rojava), murieron dos periodistas: Nazım Daştan y Cihan Bilgin. En respuesta a su asesinato, el Colegio de Abogados de Estambul emitió una declaración relativa a los derechos humanos y el Estado de derecho. A raíz de esta declaración, se inició una investigación ilegal. En esta investigación se ignoraron por completo los procedimientos habituales y la práctica legal de la profesión. Como resultado, Fırat Epözdemir fue detenido. A continuación, se presentó una demanda ante el Tribunal Civil de Primera Instancia, en la que se solicitaba la destitución de la junta ejecutiva del Colegio de Abogados de Estambul. Se tomó una decisión precipitada en muy poco tiempo, y la junta fue destituida. La base jurídica de esta demanda era la alegación de que el colegio de abogados había realizado actividades que iban más allá de su mandato. Sin embargo, los colegios de abogados y los profesionales del derecho tienen el deber fundamental de proteger los derechos humanos y las libertades. El Colegio de Abogados de Estambul hizo exactamente eso. No llevó a cabo ninguna actividad más allá de su misión; actuó totalmente dentro de sus responsabilidades legales y morales. El verdadero objetivo es silenciar a los colegios de abogados. Hay un esfuerzo deliberado por suprimir su voz”.
Esta es una mancha oscura.
Özaras subrayó que los colegios de abogados siempre han adoptado una postura clara y firme contra la injusticia y las prácticas ilegales. Afirmó que la medida contra el Colegio de Abogados de Estambul era un intento de silenciar a todos los colegios de abogados mediante un golpe político. Y añadió: “La postura adoptada por la Unión de Colegios de Abogados de Turquía, los colegios de abogados locales y los abogados en su conjunto muestra claramente que la voz de la defensa nunca será silenciada. Aunque haya una sentencia judicial, se trata de una decisión políticamente motivada que no aceptamos. Seguiremos siendo la voz del Colegio de Abogados de Estambul. El Colegio de Abogados de Estambul tiene una posición clara y de principios. Ni siquiera durante los periodos del golpe militar se vivió una ilegalidad tan flagrante. Los colegios de abogados no callaron entonces y continuaron su labor. Esta es una mancha oscura”.
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