Las violaciones de los derechos en la prisión de Silivri nº 5 de Estambul son interminables. Cada día se añade una nueva presión y la tortura ha alcanzado un nivel insoportable. El peligro crece en la prisión, donde muchos presos políticos se han infectado con el Coronavirus, porque la administración no ha tomado las medidas epidémicas adecuadas.
Hablando por teléfono con su hijo Kadir Kaya, Songül Taştan llamó la atención sobre el hecho de que a los presos se les deja morir. En declaraciones a ANF Taştan dijo: "Kadir nunca me diría esas cosas, así que significa que la situación es muy mala".
Taştan añadió: "Mi hijo me dijo: 'Mamá, ya no podemos respirar', y me pidió que hiciera oír sus voces fuera. Dijo que hay 32 personas alojadas en un pabellón de 10 personas, que su comida es insuficiente, que no se tomaron medidas para contrarrestar la propagación del coronavirus, que el agua se cortaba constantemente y que, cuando se da, está sucia. No se les permite ir a la enfermería y no se tramitan sus peticiones".
La madre de Kaya dijo que las vistas abiertas en la prisión siguen sin estar permitidas, y que las visitas cerradas semanales han disminuido de 45 minutos a media hora.
"Mi hijo lleva un año y medio en la cárcel y nunca hemos tenido una visita abierta. Primero dijeron una hora para las reuniones a puerta cerrada, luego lo redujeron a 45 minutos. Ahora sólo podemos reunirnos durante media hora. Dicen que han adoptado estas medidas a causa del coronavirus, pero en el Ramadán, muchas personas del pabellón nº 5 se infectaron con el virus y no se tomó ninguna medida, salvo la cuarentena. En el pabellón donde está mi hijo, hubo un caso, pero a pesar de ello, ni siquiera les hicieron pruebas. Simplemente los dejaron en cuarentena. Por no hablar de la prueba, mi hijo me dijo que llevaba un año y medio sin pasar por la enfermería. Sin hacer la prueba primero, lo vacunaron la semana pasada. ¿Te imaginas? Es decir, normalmente los que están enfermos con coronavirus no se vacunan".
Taştan dijo que su hijo fue detenido arbitrariamente hace un año y medio y añadió que fueron atacados por ser una familia política. Su hijo fue acusado de provocar un incendio sin ninguna prueba. Explicando que su hijo fue torturado hasta la muerte por la policía en ese momento, Taştan dijo: "Ellos mismos escribieron la declaración y obligaron a mi hijo a firmarla. Él trabajaba, enseñaba a sus tres hermanos, era un niño muy responsable. Pero sólo por su identidad, porque sus dos tíos son mártires, lo tienen en el punto de mira. Sólo tiene 21 años y hemos estado sufriendo dos redadas policiales a medianoche cada mes. Este niño ha crecido bajo esta presión y, por si fuera poco, él mismo se ha convertido en un objetivo. Por si su detención ilegal no fuera suficiente, ahora está siendo torturado en la cárcel".
Taştan hace un llamamiento a la sensibilidad de la gente y exigió que se denunciara esta situación.