La abogada kurda Ruşen Seydaoğlu ha sido condenado a seis años y tres meses de prisión por pertenencia a una organización terrorista en el 8º Tribunal Penal de Diyarbakir. Como miles de personas en Turquía, la abogada está acusada de actividades en la organización paraguas de la sociedad civil Congreso de la Sociedad Democrática (DTK).

En Kurdistán del Norte, la asociación se considera el marco de la organización social democrática y se la reclasifica repetidamente como organización terrorista armada en los procedimientos contra la oposición kurda. A pesar de una evaluación contraria del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en el veredicto de Selahattin Demirtaş, el DTK ha sido declarado una "estructura del PKK" por el gobierno turco y el trato por parte de las autoridades judiciales se configura en consecuencia.

La criminalización de la DTK va de la mano con una campaña política de destrucción contra la parte kurda de la población, que se lleva a cabo desde 2015. La oficina del fiscal general en Diyarbakır cree que la plataforma se creó por "órdenes" del encarcelado fundador del PKK, Abdullah Öcalan, con el objetivo declarado de destruir la "unidad e integridad del estado turco" y, por lo tanto, la "esencia de lo turco".

Además de su trabajo como abogada, Ruşen Seydaoğlu es activista, desde hace mucho tiempo, del movimiento de mujeres kurdas y escribe para varias publicaciones, incluso como miembro editorial de la revista Jineolojî. Explicó ante el tribunal que su trabajo para el DTK no podía considerarse independiente de su identidad como mujer y kurda. Destacó que su trabajo es parte de la lucha por la liberación de la mujer.