El aislamiento agravado impuesto por el Estado turco al líder Abdullah Öcalan se profundiza cada vez más.

Desde la visita realizada en agosto de 2019 hasta septiembre de 2020, todas las solicitudes presentadas por los abogados para reunirse con su cliente en la isla-prisión de Imrali quedaron sin respuesta, mientras que las hechas a partir de ese momento fueron rechazadas sobre la base de “medidas disciplinares”.

El abogado de Abdullah Öcalan, Serdar Çelebi, ha evaluado el aislamiento impuesto contra el líder del pueblo kurdo.

Subrayando que este aislamiento no tiene ninguna justificación legal, Çelebi se ha referido los derechos de los presos y de los detenidos en la legislación.

Çelebi ha declarado que, de hecho, el aislamiento está considerado como ‘tortura’ por las convenciones internacionales, y ha subrayado que Turquía es signataria de estas convenciones y que, por lo tanto, debería implementar dichas recomendaciones y poner fin al aislamiento.

El aislamiento es el resultado de las políticas turcas

Señalando que la imposición del aislamiento es una decisión política, Çelebi ha llamado la atención sobre el hecho de que los efectos y la evolución del discurso de Abdullah Öcalan es el motivo de esta imposición.

Çelebi ha declarado: “El efecto de los discursos de Öcalan se vieron de forma clara durante el proceso de solución. El país se sintió aliviado tras la carta leída en el Newroz de 2013. Las armas se silenciaron, se detuvieron las muertes. El nivel de bienestar económico y social aumentó. Las esperanzas de la gente en el futuro se elevaron. Este efecto continúa actualmente. Se ha visto en las elecciones de Estambul, en las que Öcalan fue uno de los actores con su discurso. Si vemos las cosas de esta forma, comprobamos que Öcalan es un elemento importante en Turquía en lo que se refiere a una solución a la cuestión kurda. Paece evidente que el aislamiento es el resultado político de las políticas turcas. Y el aislamiento ha llevado esta situación hasta su estado actual”.

Haciendo referencia a las palabras del Presidente Erdogan cuando dijo “reformaremos la ley”, Çelebi ha añadido: “La reforma sería posible con un cambio de mentalidad. Si estamos hablando de una reforma, ésta puede basarse en las leyes existentes, en enfoques bien intencionados y humanitarios. Esto, por supuesto, significaría el fin del aislamiento, respondiendo a las solicitudes de los abogados y concediendo a nuestro cliente las visitas establecidas por la ley. Esta situación ayudaría a romper el punto muerto en el que nos encontramos. En este sentido, podemos decir que la reforma legal sería posible acabando con el aislamiento”.