El 21 de octubre de 2023, el ejército israelí arrojó panfletos en el norte de Gaza ordenando la “evacuación” inmediata de los residentes. Los folletos advertían a los y las residentes que abandonaran inmediatamente la zona, les declaraban que sus vidas estaban en riesgo y afirmaban explícitamente que “cualquiera que decida no salir desde el norte de la Franja [de Gaza] hasta el sur de Wadi Gaza puede ser considerado cómplice de una organización terrorista”. La medida se produjo una semana después de que el ejército israelí emitiera un ultimátum advirtiendo a los 1,1 millones de residentes de esas zonas que se marcharan hacia el sur.
En respuesta a los últimos acontecimientos, la asesora principal de respuesta a las crisis de Amnistía Internacional, Donatella Rovera, afirmó:
“Declarar que toda una ciudad o región es un objetivo militar va en contra del derecho internacional humanitario, que estipula que quienes llevan a cabo ataques deben distinguir en todo momento entre civiles u objetos civiles y objetivos militares, y que deben tomar todas las medidas posibles para evitar civiles y bienes de carácter civil. Violar el principio de distinción al atacar a civiles o a bienes de carácter civil o al llevar a cabo ataques indiscriminados que matan o hieren a civiles es un crimen de guerra.
Los mensajes de estos folletos no pueden considerarse una advertencia eficaz a los civiles, sino que proporcionan más pruebas de que Israel pretende desplazar por la fuerza a los civiles en el norte de Gaza. Estas amenazas también pueden equivaler al crimen de guerra de castigo colectivo por responsabilizar a cientos de miles de civiles por actos que no cometieron, basándose únicamente en el hecho de que permanecen en sus hogares cuando no tienen ningún lugar seguro a donde ir en medio de una campaña implacable de bombardeos israelíes en toda la Franja de Gaza”.
Según Amnistía Internacional, estos folletos también deben leerse en el contexto de la llamada orden inicial de “evacuación” del ejército israelí, las repetidas órdenes de “evacuación” forzosa contra unos 23 hospitales ubicados al norte de Wadi Gaza y las condiciones impuestas por las autoridades israelíes sobre la entrada de ayuda humanitaria y dónde podrá ser distribuida. Estas condiciones incluyen limitar la distribución de la ayuda humanitaria, en gran medida insuficiente, que entró recientemente en Gaza a áreas al sur de Wadi Gaza, convirtiendo efectivamente la ayuda humanitaria en una forma de chantaje a los residentes, para que se vayan.
Amnistía Internacional reiteró su llamamiento a las autoridades israelíes para que rescindan inmediatamente las órdenes de “evacuación” forzosa y pongan fin a las amenazas diseñadas para sembrar miedo y pánico entre la población civil de Gaza. Se deben levantar urgentemente todas las condiciones sobre la distribución de ayuda humanitaria y se debe permitir la entrada de ayuda, incluido combustible, en cantidades suficientes para satisfacer las extremas necesidades de la población civil.