El portavoz de la Comisión de Prisiones de la Asociación de Derechos Humanos (IHD) y miembro de la Comisión de Seguimiento de las Huelgas de Hambre, Mehmet Acettin, ha recordado que el Estado no ha dado ningún paso en relación con la demanda de los presos de acabar con el aislamiento. Añadió que es más probable que la demanda sea atendida con un mayor apoyo de la opinión pública que con el gobierno.

La huelga de hambre indefinida iniciada por los presos del PKK y del PAJK en las cárceles turcas el 27 de noviembre, en demanda del fin del aislamiento impuesto al representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, cumple 170º días. Tras el proceso de huelga de hambre, Mehmet Acettin, portavoz de la Comisión de Prisiones de la sección de Estambul de la IHD, habló con ANF.

Acettin recordó que las solicitudes presentadas por los abogados del Bufete Asrın para reunirse con su cliente, Abdullah Öcalan, se presentan cada semana, y precisó que si se diera una respuesta positiva a estas solicitudes se aliviaría la tensión. Sin embargo, dijo, el gobierno no ha dado ningún paso en este sentido.

"En general, al Estado no le importan mucho las huelgas de hambre a menos que sean duraderas y se produzcan muertes. Así que, esencialmente, la opinión pública debería pronunciarse a favor de los presos y reclamar sus reivindicaciones. Sin embargo, actualmente reina el silencio. No es fácil romper este silencio. La razón de este silencio es la política de seguridad del Estado y el método de castigo que éste utiliza contra la más mínima crítica. Incluso un tuit ordinario está bajo amenaza de castigo. Es inevitable que la gente se asuste. Las familias y las instituciones deben insistir en hacer oír su voz para crear una opinión pública sobre este asunto", señaló Acettin.

Señalando que las reivindicaciones de los presos en huelga de hambre son claras y legítimas, Acettin subrayó que el gobierno ha vulnerado las normas legales. Añadió que en Imrali se aplica un sistema de aislamiento agravado personalizado y dijo que este sistema especial, legitimado por las nuevas leyes, se ha extendido gradualmente a todas las prisiones. Acettin subrayó que "se ha usurpado el derecho a comprar libros y revistas en las cárceles, y se han restringido o impedido arbitrariamente las visitas de familiares y abogados. Están intentando que la ilegalidad que se da en Imrali sea la norma en todas las prisiones".

Acettin dijo que el aislamiento en sí mismo es un gran problema y que el problema no se puede resolver con huelgas de hambre y anunció que actualmente se están centrando en las huelgas de hambre, pero que llevarán a cabo un trabajo basado en el aislamiento en sí mismo en el próximo período. Subrayando la necesidad de crear una unidad social contra las prácticas de aislamiento que se extienden por todas partes, Acettin añadió: "Hemos dado el primer paso en este sentido. En los próximos días, anunciaremos una coordinación de seguimiento de la huelga de hambre en Estambul. Más adelante, llevaremos a cabo un trabajo contra el aislamiento en general".